Roscos fritos de Semana Santa, te decimos cómo prepararlos y disfrutarlos en este temporada

Con la llegada de la Semana Santa comienzan a llegar las preparaciones más típicas de la temporada, ya que más allá de las tradicionales recetas con pescados y mariscos, los postres también pueden invadir nuestra cocina. Los roscones fritos son una de las recetas típicas de diversas zonas de España como Andalucía, Galicia o Castilla la Mancha, y la cual no puede faltar en las fiestas populares. 

La llegada de este tipo de postre se da a través de los árabes, quienes comenzaron a popularizar lo que ahora se conoce como repostería de sartén, entre las que también se encuentra los buñuelos o la afamada leche frita. Sin embargo, hay algunos investigaciones que señalan que desde el Imperio Romano ya se elaboraban este tipo de rosquillas, las cuales formaban parte de sus grandes banquetes. 

Ahora que si quieres aprender a hacerlas y poder disfrutarlas en familia, a continuación te compartimos la receta de los roscos fritos para que los disfrutes en esta Semana Santa. 

Roscos fritos 

Ingredientes: 

• 3 huevos
• 600 gramos de harina
• 1 sobre de levadura
• Cáscara de una naranja
• 1/2 cucharadita de anís
• 150 gr de azúcar
• 200 ml de leche
• 200 ml de aceite de girasol
• Una pizca de sal
• Aceite para freír, el necesario
• Azúcar para decorar

Preparación: 

1.- En una sartén coloca el aceite de girasol junto con la cáscara de naranja para que se comience a calentar y se aromatice. Una vez que se ha calentado ligeramente añade el anís. Retira del fuego, pues recuerda que solo debe calentar ligeramente. 

2.- Mientras de calienta el aceite, comienza a tamizar la harina (pasar por un colador), esto ayudará a que la harina sea mucho más fina y se pueda manejar de mejor forma. 

3.- En un recipiente aparte, mezcla los huevos junto con el azúcar y bate hasta que se integre a la perfección. Una vez lista, vierte el aceite aromatizado y retira la cáscara de naranja. Al final, añade la leche, harina, levadura  y una pizca de sal. Revuelve hasta tener una especie de masa ligera. Tapa con trapo limpio y deja reposar por media hora dentro del refrigerador. 

4.- Una vez pasado el tiempo de espera, coloca un poco de harina sobre una superficie plana y limpia. Vierte la masa y comienza a amasar con ayuda de un rodillo. Una vez que tenga una textura ligeramente elástica, comienza a extender hasta tener una base de unos 2 centímetro de ancho. 

5.- Con ayuda de un cortador comienza a hacer las roscas, incluso puedes ayudarte con un par de vasos para darle forma a las roscas. Deja reposar por un momento más, mientras comienzas a calentar el aceite. 

6.- Mientras tanto, en un sartén o una olla honda y amplia, coloca suficiente aceite para freír y deja calentar por un par de minutos hasta que el aceite comience a burbujear ligeramente. Añade en tandas pequeñas los roscos y deja cocinar unos 3 minutos de cada lado o bien hasta que estén dorados. 

7.- Deja escurrir en un papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de aceite. Una vez listas, espolvorea el azúcar en polvo por toda la superficie para que se impregne a la perfección.