El borrachuelo es un dulce, de los denominados «frutas de sartén», típico del sur de España, concretamente de la zona Sur de Córdoba y Málaga, íntimamente relacionado con el pestiño, con el que comparte una formulación similar. Son típicos de la Cuaresma y de la Semana Santa.
Ingredientes:
- 1/2 litro de aceite de oliva
- 10 g de matalaúva (o semilla de anís)
- 2 decilitros de vino dulce
- 700 g de harina blanca
- 1 kg de miel para rebozar
- 2 decilitros de vino blanco seco
- 5 g de ajonjolí
- 1 decilitro de zumo de naranja agria
- Aceite abundante para freír
- 100 g de azúcar glass y una cáscara de naranja
Elaboración:
Se pone a calentar el aceite, echando una cáscara de naranja para quitar el gusto.
Cuando está bien frito se retira del fuego y se deja enfriar; cuando está sólo templado se echa el ajonjolí y la matalaúva y se pone todo en un lebrillo, donde se agrega las dos clases de vino y el zumo de la naranja.
Bien mezclado todo, se agrega poco a poco la harina y se va moviendo al principio con la cuchara y después se echa sobre el mármol, espolvoreado de harina, y se amasa hasta dejar una masa fina, no muy dura.
Se coge un pellizquito de masa y se extiende con un largo de 5 centímetros, colocándolos sobre la mesa para que se oreen.
Se pone a calentar abundante aceite y se van tomando los borrachuelos uniéndolos por las puntas y dejándolos caer en el aceite caliente, pero no demasiado. Cuando están doraditos se van colocando en la fuente hasta el día siguiente en que están completamente fríos.
Se pone a calentar la miel, añadiéndola medio litro de agua; cuando hierve se van mezclando los borrachuelos y se van poniendo a escurrir, se pasan por azúcar glass y se colocan en una fuente.