La leche frita es uno de los platillos tradicionales de la gastronomía española y se trata de uno típico postre casero que remite a la infancia de muchas personas. Al ser un platillo tan hogareño, en cada casa existe una versión distinta para prepararlo y se le agregan diferentes ingredientes, aunque todas coinciden en 3 ingredientes indispensables, que son: leche, azúcar, harina y huevo. A partir de ahí se dan diferentes variantes, ya que hay quienes las preparan con vainilla, con canela e incluso con chocolate, aunque la tradicional se elabora con vainilla.
La leche frita tiene una textura cremosa y suave por dentro mientras que por el exterior la caracteriza el dorado y crujiente de la fritura que le encanta a todo el que lo prueba. Así que si estás buscando una receta para preparar un postre con ingredientes que tengas en casa y que no tome mucho tiempo, pero además le fascine a todos, esta es la ideal.
Ingredientes
- 700 mL de leche
- 100 g de fécula de maíz
- 1 rama de canela
- 2 C de extracto de vainilla
- 100 g de azúcar
- 3 yemas de huevo
- 20 g de mantequilla
- c/s harina
- c/s de huevo
- c/s aceite
- c/s de azúcar
- c/s de canela
Procedimiento
En cazo, colocar a fuego medio 500 mL de leche, junto con la canela, la vainilla y la mantequilla hasta que llegue a punto de ebullición. Logrado esto, apagar el fuego y reservar hasta que infusione perfectamente.
Por otro lado, colocar las yemas de huevo junto con el azúcar en un bowl y batir hasta que formen espuma. Aparte, mezclar los 200 mL de leche restantes junto con la maicena e incorporar a las yemas. Seguir batiendo hasta que se integren perfectamente todos los ingredientes.
Luego, retirar la canela de la infusión de leche y regresar a fuego medio e ir agregando poco a poco sin dejar de batir la mezcla de yemas de huevo. Continuar batiendo hasta que empiece a espesar. Vaciar la mezcla en un molde rectangular, teniendo una capa de 2 cm de grosor. Cubrir con plástico de cocina al contacto y refrigerar durante 4 horas.
Transcurrido este tiempo, retirar la leche del refrigerador y cortar piezas en forma de cuadrado o rectángulo. Pasar cada pieza por el huevo y la harina.
Finalmente, freír en abundante aceite hasta que queden doradas, colocar en papel absorbente y pasarlas por la mezcla de azúcar con canela.