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Aprovecha la temporada de tamarindo para hacerlo en dulce

Prepara este dulce tradicional mexicano de tamarindo para calmar tu antojo de botana dulce.

Aprovecha la temporada de tamarindo para hacerlo en dulce
El dulce de tamarindo es la opción perfecta para cuando tienes antojo de algo dulce, ácido o picante. Foto: Pixabay Foto: Especial

Tienes antojo de una botana fácil y rica, estas bolitas dulces de tamarindo calmarán tu antojo de manera muy sencilla a cualquier hora del día y además puedes prepararlas en dos versiones con azúcar y con chile, para cuando tienes ganas de un sabor más intenso y picantes.

Aunque el tamarindo no es originario de México (originalmente viene de Asia y África) y este tipo de dulce se consume en toda Latinoamérica, los mexicanos lo hemos hecho nuestro y de ahora forma parte de nuestra gastronomía tradicional y de los dulces típicos de nuestro país.

Dulce de tamarindo

Ingredientes

  • 1 kilo de Tamarindo
  • 1/2 kilo de Azúcar
  •  250 mililitros de Agua
  • 1/2 Limón
  •  1 cucharadita de Sal
  •  250 gramos de Chile piquín
  •  250 gramos de Azúcar

Comenzamos pelando los tamarindos, debemos dejarlos sin la cascara rígida externa y sin las venas que tienen en el interior, enjuagamos ligeramente con un poco de agua y procedemos a cortarlos en secciones, separando la pulpa y los pequeños sacos que contienen las semillas.

En una olla a fuego bajo agregamos el agua, el medio kilo de azúcar, el tamarindo, la sal y el jugo de medio limón, coceremos hasta que se empiece a formar una pasta espesa, es importante no dejar de mover nunca ya que el tamarindo se puede pegar y quemar.

Después de aproximadamente 30 minutos tendremos nuestro dulce de tamarindo formado, retiramos del fuego y con una cuchara colocamos un poco de dulce en el chile o el azúcar según la versión que queramos hacer, formaremos una bolita cubriéndola con el ingrediente que seleccionamos y reservamos.

Puedes ocupar la mitad del dulce para hacer bolitas picantes y la otra mitad para hacer bolitas azucaradas, puedes servir ambas en el mismo plato o guardarlas por separado para cuando tengas antojo de una botana dulce y ácida.

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