Prepara una sabrosa y frutal mermelada de tejocote con esta receta

Hablar de invierno sin tejocote es como hablar de otoño sin calabaza. Sí, la verdad es que es una fruta sumamente deliciosa y necesaria sin la que los mexicanos no entendemos el invierno y la temporada prenavideña, navideña y hasta post navideña, por aquello del año nuevo. Sí, la verdad es que su temporada empieza en otoño, pero el boom es totalmente en invierno o quizá a unos escasos días de que empiece formalmente. 

Y es que el invierno oficialmente comienza el 21 de diciembre, pero las posadas comienzan el 16 y es cuando más presencia se requiere de esta fruta en el ponche, que tanto nos gusta tomar más allá de si participamos en las festividades religiosas o no, porque ¿Quién no se ha colado a una posada de la calle y esperado a que se acabe el rezo para ir por un vaso de ponche? Es probable que más de uno, porque si algo distingue a los mexicanos es su capacidad de saltarse las reglas. 

Todos hablan de la guayaba, la canela, el tamarindo y el piloncillo que lleva el ponche, pocos recuerdan al tejocote, pero la verdad es que sin él el ponche de frutas no sería lo mismo. Porque no es una fruta ni dos son el conjunto lo que nos hace disfrutar la deliciosa bebida caliente durante el invierno y desde luego que esta fruta tiene su espacio. 

¿Cómo se hace la mermelada de tejocotes?

Al igual que el resto de las frutas, esta tiene su propia mermelada, que es un dulce que sirve para acompañar otros postres, donde el tejocote es el protagonista y hoy te compartiremos la receta para que aprendas a hacerla con tus propias manos. Es una tarea sencilla y rápida, además la puedes usar para untarla sobre tu pan integral, un bolillo con mantequilla o ya si te pones exquisita, pues en un bizcocho de carne y hueso (chiste para baby boomer)  o de harina de trigo, eso ya tú lo decides. 

El tejocote es originario de México y algunos le conocen como la manzanita por su similitud morfológica con las manzanas. Proviene de un árbol espinoso de hasta 10 m de altura, donde las espinas se encuentran en el tronco y sus ramas, su corteza es de color gris rojiza, se desprende en tiras. Se puede encontrar en varios estados del país, como Veracruz, Hidalgo, Tamaulipas, San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León, Oaxaca y Guerrero. 

Esta receta es ideal cuando no sabes qué hacer con tanto tejocote o los que te sobran de tu ponche. En realidad puedes aprovecharlos todos, porque a diferencia de otras recetas, aquí se necesitan varios, como un kilo, aproximadamente. Pero te aseguramos que el resultado merece la pena y el esfuerzo que harás cuando la comiences a cocinar. El sabor es increíblemente bueno y además probarás algo diferente. 

Ingredientes

• 1 kilo de tejocotes, sin semillas 
• 1 kilo de azúcar
• 5 tazas de agua

¿Cómo se prepara?

1. Cuece los tejocotes con las 5 tazas de agua por unos 25 minutos. 
2. Retira la piel y deja reposar dentro del refrigerador en la misma agua por lo menos una noche.
3. Cuece nuevamente los tejocotes y añádeles el azúcar hasta que espesen un poco. Machácalos y agrégales más azúcar. Mueve constantemente.
4. Vacía en un frasco de vidrio con tapa.