Así puedes preparar un brownie jugoso de chocolate con plátano sin azúcar ni harina

Estar a dieta puede ser algo complicado, sobre todo cuando hace frío, porque se te antoja todo lo que no debes comer, como el chocolate, azúcar, grasas, harinas, etcétera. La verdad es que sí cuesta trabajo, sobre todo en épocas como estas en las que se pone de moda el pan. Mucho se lo debemos al clima, probablemente, ya que nos orilla a la búsqueda de un apapacho para que nuestro paladar se sienta querido. 

La verdad es que el pretexto siempre es lo de menos, porque tarde o temprano, caemos en la "tentación" sin importar que estemos a dieta, pero ¡No desistas! Estamos seguros de que todos tus esfuerzos valdrán la pena siempre, porque alcanzarás la figura que tanto deseas y la mejora de tu salud. Pero para eso es importante no desesperarte y ser paciente con el método y los resultados. 

Antes de que te deprimas por todo lo que no puedes comer ¡detente! y mejor empieza a ponerle atención a lo que sí puedes comer, sin caer en lo prohibido, ni en los excesos, porque ambos son enemigos de los regímenes alimenticios. Así que una vez que has entendido esta razón, lo mejor es compartir contigo una receta para preparar un sabroso brownie sin harina, ni azúcar, pero eso sí, super jugosito. 

¿Por qué esta receta es más saludable?

Los brownies son famosos por la cantidad de azúcar que tienen y si los vemos a simple vista, probablemente nos parezca, que no hay nada de saludable en esos postres, sin embargo, todo depende de los ingredientes con los que se elabore. En esta ocasión lo elaboraremos con manzana, plátano un poco de cacao y harina de avena. Como puedes ver suena más saludable que toda la ensalada de verduras en lata que guardas en tu despensa. 

La harina de avena es una opción sumamente saludable, pues es una fuente natural y abundante de carbohidratos complejos y fibra soluble en agua. Además, aporta una buena dosis a nuestro organismo con las vitaminas del grupo B, ácidos grasos omega 6, minerales como potasio o magnesio y oligoelementos como zinc, cobre o manganeso. Por su parte, la manzana es una fruta que posee pocas calorías y es una de las favoritas en las dietas.

En cuanto al plátano, es una gran fruta que combina con la receta, pues además de calmar la sensación de acidez estomacal, también es un gran endulzante, que ayuda a que tu proceso digestivo sea mucho más ágil y evidentemente es un fruto que tendrá presencia en esta receta y estamos seguros de que no te va a defraudar. ¿Quieres probarlo? Pues empieza por tomar nota. 

Ingredientes

• 250 gramos de puré de manzana
• 125 gramos de huevos grandes
• 150 ml de leche de almendra u otra bebida vegetal
• 25 g de cacao puro en polvo sin azúcar
• 5 gramos de bicarbonato de sodio
• 65 gramos de harina de avena 
• 2 dátiles
• 5 ml de esencia de vainilla
• Media cucharadita de canela molida
• Una pizca de sal
• Trocitos de cacao al gusto

¿Cómo se prepara?

1. Precalienta el horno a 180ºC y prepara un molde cuadrado o rectangular, de unos 20 cm de lado, forrándolo con papel sulfurizado (de horno).
2. Escurre el yogur del suero y la posible agua del puré de manzana; si somos intolerantes a la lactosa un yogur natural no debería causarnos problemas, aunque podemos usar una alternativa vegetal o sin lactosa si lo preferimos.
3. Coloca en un recipiente mediano el puré de manzana con el yogur y la vainilla. Si quieres usar dátiles para endulzar, triturarlos aparte hasta lograr una pasta y añadirlos, o echar un poco de edulcorante.
4. Mezcla bien con unas varillas y añadir la bebida vegetal, los huevos y el cacao. Bate muy bien hasta lograr una mezcla homogénea.
5. Añade la harina de avena, la canela, el bicarbonato y la sal.
6. Combina todo hasta obtener una masa sin grumos, que será bastante líquida. Echa también los trocitos de cacao o unas nueces, si queremos.
7. Llena el molde con cuidado y hornear durante unos 35-40 minutos. Vigila el punto de cocción pinchando con un palillo en el centro; debe salir solo ligeramente manchado.
8. Espera fuera del horno unos 10 minutos y traslada a una rejilla para que enfríe por completo, con el papel del molde.
9. ¡Provecho!