Disfruta el otoño sin subir de peso: Pastel de calabaza sin azúcar ni gluten

El pastel de calabaza es un postre clásico de otoño, fecha en la que encontramos más este rico fruto naranja que nos da tanta satisfacción preparar en diversas recetas, saladas o dulces y que resulta exquisito. Aunque también nos da miedo consumirlo por las calorías y subir de peso cuando estamos cuidando la dieta, así que si este es tu caso, te compartimos una receta ligera.

Para preparar este delicioso pastel de calabaza sin azúcar ni gluten necesitas de algunos ingredientes específicos como la goma xantana, que ayuda a estabilizar la masa, dado que ésta no contiene gluten, o edulcorante como la fruta del monje, que es uno de los más recomendados y que tiene un índice glucémico de cero, pero puede ser el que tú prefieras, sólo ajusta a la cantidad de dulce que te guste.

Para hacer el puré de calabaza sólo tienes que cortar una calabaza mediana por la mitad, retirar las semillas y hebras y meter al horno a 200 grados C por aproximadamente 1 hora o hasta que esté suave, retirar la pulpa y molerla. También puedes conseguirlo enlatado, sólo asegúrate de que no contenga azúcares u otros ingredientes añadidos. Prepara este rico pastel, no te arrepentirás.

Pastel de calabaza sin azúcar ni gluten

Ingredientes para la base:

• 2 huevos
• 1 cucharada de aceite de oliva virgen
• 1 cucharada de esencia de vainilla
• 1 taza de harina de coco
• 1 cucharada de goma xantana
• 1 cucharada de sal rosa
• 1/3 de fruta del monje
• 90 gramos de mantequilla sin sal

Ingredientes para el relleno:

• 4 huevos
• 1/2 taza de crema para batir
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 1/2 cucharadita de nuez moscada
• 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
• 1 clavo
• 1/3 de taza de edulcorante
• 450 gramos de puré de calabaza

Precalienta el horno a 200 grados C.

En un bowl mezcla los huevos, el aceite de oliva virgen y la esencia de vainilla, reserva. En un bowl aparte sirve la harina de coco, la goma xantana, la sal rosa y la fruta del monje (o el edulcorante de tu preferencia) hasta incorporar, añade los polvos al bowl donde tienes los huevos y también agrega la mantequilla sin sal a temperatura ambiente.

Mezcla hasta integrar todo perfectamente, luego engrasa tu molde (elige uno tipo para tarta de unos 20 centímetros de diámetro), extiende la masa, puede ser con las manos o con un rodillo ayudándote de plástico autoadherible, coloca la masa en el molde cuidando que quede bien extendido en el fondo y las paredes.

Una vez que extendiste toda la masa, pincha con un tenedor la base y mete al horno por 10 minutos, luego retira y espera a que se enfríen a temperatura ambiente, mientras hacemos el relleno y bajas la temperatura del horno a 180 grados C.

En un molcajete o mortero pequeño sirve el clavo y la nuez moscada, muele hasta obtener un polvo fino, reserva.

Sirve en la licuadora los huevos, la crema para batir, la esencia de vainilla y el puré de calabaza, muele hasta obtener una mezcla homogénea, luego agrégala canela y el jengibre en polvo, el edulcorante (puede ser también fruta del monje) y el clavo y la nuez molidas, licúa hasta integrar todo.

Sirve esta mezcla sobre la base del molde, empareja con una miserable y cubre toda la orilla con papel aluminio (esto es importante, pues ayuda a evitar que se queme la base que ya comenzó a dorarse). Mete al horno por 45 a 50 minutos, retira y espera a que se enfríe, desmolda y decora con las pepitas de la calabaza doradas y peladas, con canela en polvo o crema batida si lo prefieres.