Postre mexicano

Postres mexicanos: Receta para unos buñuelos de rodilla crujientes

Celebra en estas fiestas patrias con una tradicional receta de buñuelos de rodilla con salsa de guayaba
jueves, 3 de septiembre de 2020 · 11:55

Los buñuelos son uno de los postres mexicanos más típicos y tradicionales de las ferias o celebraciones en el país, pero su historia está ligada al norte de África y España donde nació la receta originalmente. La preparación de este postre llegó a México tras la conquista de los españoles aunque en lugar de utilizar el aceite de oliva, aquí se preparaba con manteca, lo que le daba un sabor distinto.

Las monjas solían preparar los buñuelos regularmente, pero en especial destaca la historia de Sor Juana Inés de la Cruz, quien en su recetario compartió tres recetas de "puñuelos", que eran llamados así porque se hacían con los puños. En la receta tradicional se utilizan las hojas de tomatillo o tomate verde, que es lo que funciona como levadura, por lo que aquí respetamos este ingrediente.

La receta varía de persona a persona y hay varias formas de prepararlo, algunos comienzan a integrar todos los ingredientes en una fuente en una superficie plana, otros extienden la masa en una superficie plana, unos más no dejan reposar la masa por tanto tiempo y a pesar de ello, el resultado puede ser similar. Lo importante de esta receta es que al amasar nos aseguremos de que sea una masa suave, elástica, lo que nos dará la peculiaridad para extenderla y volverla muy delgada.

Si no consigues las hojas de tomatillo, puedes emplear 1/2 cucharadita de polvo para hornear y agregarlo al inicio en la harina, también te aconsejamos no dejar mucho tiempo los buñuelos en el aceite pues la masa queda tan delgada que se pueden quemar. Esperamos que te animes a preparar esta receta tradicional y disfrutes de unos ricos y crujientes buñuelos de rodilla con salsa de guayaba en estas fiestas patrias.

Buñuelos de rodilla

Ingredientes:

1 taza de harina de trigo

4 cáscaras de tomatillo

400 gramos de piloncillo

3 guayabas canela

10 gramos de manteca

1/2 rajita de canela

Agua

Aceite

Sal

Lava muy bien las cáscaras de tomatillo o tomate verde y colócalas en un pocillo con 1 taza de agua, deja en fuego alto por 5 minutos para que hierva y retira y deja que se enfríe. Coloca la harina en un recipiente hondo y añade un poco del agua de las hojas de tomatillo ya tibia y la manteca a temperatura ambiente, comienza a desintegrar los grumos con las manos, añade 2 pizcas de sal y sigue removiendo con tus manos.

Añade un poquito de agua y sigue amasando, necesitas lograr una consistencia pegajosa, una vez que esté así tómala y colócala en una superficie plana y continúa amasando la mezcla por al menos cinco minutos, incluso debes de "aventarla" ligeramente hacia la superficie para golpearla un poco al tiempo que la amasas, si aún sigue pegajosa añade un poco de harina en tus manos y vuelve a amasar.

La consistencia que debe quedar al final es tersa, pero manejable. Agrega una cucharita más de agua de tomatillo y vuelve a amasar, se volverá a poner pegajosa, pero esto es necesario para que la masa no se rompa, amasa hasta conseguir que esté un poco chiclosa, pero no pegajosa. Colócala en un recipiente, tapa con un trapo de cocina húmedo y deja que repose por al menos 20 minutos.

Mientras la masa reposa coloca 1 y 1/2 tazas de agua con el piloncillo con la rajita de canela en una ollita a fuego alto, en cuanto se deshaga añade la guayaba picada en trocitos y baja la temperatura, deja ahí hasta que se reseque un poco y tome una consistencia de miel. Cuando la masa ha reposado, tómala y amasa por un minuto y porciona, esto es, forma bolitas del mismo tamaño y déjalas nuevamente en un recipiente, separadas, tapadas con un trapo para que reposen por 15 minutos.

Ya que han reposado, pon una bolita sobre una superficie plana y extiéndala con un rodillo, la idea estirarla sin temor hasta obtener una circunferencia más amplia, entre más delgada mejor. Toma un trapo seco y colócalo en tu rodilla, pon ahí el círculo que has estirado y estíralo más, la idea es extenderla hasta que esté amplia y muy delgada, una vez que logres el tamaño deseado, resérvala en un trapo limpio y fresco así se resecará un poco y no hará tantas burbujas.

Coloca un sartén amplio con bastante aceite a fuego alto y una vez que esté muy caliente coloca con mucho cuidado tu masa extendida, ayúdate con unas palitas para darle vuelta, déjalo por un minuto y en cuanto notes que esté dorado dale la vuelta, deja por un minuto y retira. Repite con cada bolita de masa hasta terminar tus buñuelos.