Aprende a preparar un cheesecake arcoiris con esta sencilla receta

Es casi seguro que nadie le dirá que no a un pequeño postre, en especial si está lleno de colores muy llamativos que enamoren a la vista desde el primer instante. Este tipo de preparación es perfecta para compartir en fiestas infantiles, para involucrar a los niños a ayudar en la cocina o bien para disfrutar de un gusto personal cuando queremos aprender a cocinar recetas sencillas en las que no sea necesario el uso de un horno o de grandes utensilios de cocina. 

El cheesecake arcoiris, es una de las preparaciones más sencillas de hacer ya que para esta receta solo necesitas un poco de imaginación y un refrigerador para tenerlo listo en un par de horas. Si lo deseas, incluso puedes dividir en porciones individuales y darles un toque especial al decorar cada uno de ellos de forma distinta. Así que no lo pienses más y ponte manos a la obra con esta rápida pero muy deliciosa receta de cheesecake arcoiris. 

Cheesecake arcoiris

Ingredientes: 

1 paquete de galletas maría 

5 cucharadas de mantequilla 

600 gramos de queso crema

1 taza de crema para batir

1 ½ taza de leche evaporada

1 cucharada de vainilla

2 sobres de grenetina

Colorante vegetal rosa, azúl y amarillo 

Preparación: 

Primero deberás moler las galletas en un procesador de alimentos, o bien colócalas dentro de una bolsa y con un rodillo muele hasta obtener un polvo fino. En un pocillo, pon a derretir la mantequilla a fuego bajo, sin que llegue a hervir. Vierte las galletas en un molde para cheesecake junto con la mantequilla para crear la base, con la ayuda de una cuchara, aplasta por todo el borde del fondo para que lograr que se compacte.

Para el cheesecake, pon en la batidora el queso crema junto con la crema para batir y la leche condensada, deja que se mezclen durante unos 5 minutos. En tanto, vierte los sobre de grenetina en una taza o un molde amplio y vierte un poco de agua; mezcla para que no queden grumos y deja cuajar, después por lapsos de 10 segundos, calienta en el microondas hasta volver a fundir. Añade la esencia de vainilla y la grenetina hidratada a la batidora y revuelve por unos segundos más.

En moldes diferentes, divide la mezcla en 4 partes iguales, y agrega un poco de colorante vegetal distinto solo a 3. Poco a poco, vierte las mezclas una encima de la otra sobre la base de galleta, procurando no hacerlo de forma brusca para que los colores no se combinen entre sí. 

Refrigera por unas 4 o 5 horas y desmolda. Si lo deseas, puedes decorar con un poco de chantilly y chispas de colores.