No es secreto que Mérida vive un momento muy particular. Sus barrios se están gentrificando, sus casonas viven remodelaciones y la temperatura anual asciende peligrosamente.
En ese contexto, pretextos sobran para buscar un lugar donde ahogar las penas, departir con desconocidos, y espantarse la calor, con una botana meridana entre copas.
Las opciones en la capital yucateca incluyen cantinas antiguas con más de 100 años en funciones, pero también negocios que han incursionado en nuevos territorios, como el jazz y la coctelería. Eso sí: no hay escapatoria de los platillos regionales, que se sirven generosamente para acompañar el trago y la música.
En última instancia, la cantina meridana sigue cumpliendo su función: acercar a viejas y nuevas generaciones, a turistas y locales, a artistas y diletantes.
Y ya sea con música en vivo, entre penumbras o al aire libre, siempre habrá nuevas anécdotas qué contar. ¡Salud!
La negrita
La primera cantina de Mérida abierta en 1917 es una sobreviviente de la tradición y el espíritu festivo. Ubicada en una antigua casona colonial adaptada con un amplio patio, combina el encanto del pasado con una vibra contemporánea y tropical. Refugio contra el calor meridano, ofrece desde la primera ronda botanas como kibis, chayitas o codzitos, junto con cervezas y mezcales. El ambiente se enriquece con son cubano, bachata o trova en vivo. Su público: parroquianos de toda la vida, hasta nuevos visitantes locales y extranjeros.
La negrita se ubica en Calle 62 esquina, C. 49 415, Centro
El Gallito
Ubicada en el barrio de Santa Ana, a pocos pasos del Paseo de Montejo, es un tesoro que ha resistido el paso del tiempo por más de 80 años. Fundada en la casa de don José Fernández, su dueño, esta cantina conserva un ambiente meridano, con precios accesibles, botanas y un trato cercano que la vuelve entrañable. Con pantallas para ver eventos deportivos, buena música y un ambiente limpio y popular —pero sin excesos— es el lugar ideal para refrescarse y vivir la experiencia cotidiana del Mérida más tradicional.
El Gallito se ubica en Calle 45 511-A-por 62 y 60, Centro
El Estado Seco
El Estado Seco es una de las cantinas más emblemáticas de Mérida, con una historia que se remonta a 1932, cuando dejó de ser una miscelánea para convertirse en punto de reunión. Ubicada en Santa Ana, fue durante décadas un refugio exclusivamente masculino, hasta que en los 90 doña Jaqueline Jiménez, mejor conocida como la tía Jacky, abrió sus puertas a todo el público. Hoy, entre sus paredes azul y blanco, se sirve la bebida de la casa, el “lince”, una michelada de dos litros, acompañada de botanas calientes.
El Estado Seco se ubica en Calle 66 407-x 47 y 45, Centro
El Dzalbay
Fundada en 1929, es una de las cantinas más antiguas de Mérida y hoy ha evolucionado en un encantador club de jazz & blues sin perder su esencia. Con más de ocho décadas, este rincón del Centro Histórico sigue atrayendo a los vecinos del barrio con su ambiente acogedor, cerveza y botanas yucatecas en porciones justas. Los domingos el lugar se transforma con presentaciones de bandas locales e internacionales, convirtiéndose en un imperdible para los amantes de la música y la cultura popular meridana.
El Dzalbay se ubica en Calle 64 x 53,Esquina, No.443, Centro
El Pipiripau
A unos pasos del Parque de Santa Lucía, en el corazón de Mérida, es una cantina alegre inspirada en el estilo de Chico Che. Con una decoración que mezcla lo mexicano y lo caribeño, este espacio se extiende por una antigua casona adaptada con salones, una pista de baile y un patio, ideal para disfrutar de música en vivo y bailar al anochecer. El trato es amable y hasta reparten repelente para los mosquitos. La carta ofrece cervezas, cocteles y botana, aunque su especialidad son las bebidas a base de mezcal.
El Pipiripau se ubica en Calle 62 461, Parque Santa Lucia, Centro