La presencia de los vinos orgánicos en cavas y cartas de vino del mundo es cada vez más notoria, y se debe a la gran aceptación que han logrado en los últimos años, ya que las propuestas son cada vez más y mejor logradas.
Los vinos orgánicos son aquellos elaborados a partir de uvas cultivadas sin el uso de productos químicos sintéticos como pesticidas, herbicidas o fertilizantes artificiales, este tipo de vitivinicultura se basa en principios de sostenibilidad, respeto al medio ambiente y conservación de la biodiversidad.
El proceso de producción de los vinos orgánicos tiene origen en viñedos certificados donde se demuestra que, en un período no menor a tres años, las posibles plagas y enfermedades han sido controladas o eliminadas gracias a métodos naturales como el uso de insectos beneficiosos, composta orgánica, fórmulas naturales y técnicas de cultivo biodinámico. En la bodega, las regulaciones para vinos orgánicos también restringen el uso de ciertos aditivos y limitan la cantidad se sulfitos que fungen como conservantes. De hecho, algunos productores optan por no añadir sulfitos en lo absoluto, aunque esto requiere un mayor control en cada etapa de la elaboración para evitar alteraciones en el producto final.
Entre las principales características de los vinos orgánicos está el destacar las cualidades y autenticidad del terruño; resaltar eso que hace único a cada suelo.
Muchos consumidores afirman que los vinos orgánicos tienen un perfil más puro y menos industrializado, que complementa el compromiso con el medio ambiente y la salud de los consumidores, ya que el organismo recibe más beneficios y propiedades de la uva con un menor riesgo, bajo un consumo moderado.
En los años siguientes, la tendencia de crecimiento de este tipo de vinos seguirá en aumento, por representar una alternativa ecológica y saludable, así como la creciente aceptación tanto en los mercados tradicionales como emergentes, impulsada por una nueva generación de consumidores en búsqueda de nuevas experiencias y un mayor compromiso con el medio ambiente.
Como elemento fundamental de la gastronomía, cada vez más chefs y sommeliers alrededor del mundo, dirigen la creación de maridajes basados en honrar la tierra, el respeto al insumo y la generación de conciencia hacia un mundo que regrese a las bases de lo natural, artesanal y orgánico.