Educación gastronómica

Conoce Gastromotiva, una organización social que transforma vidas

Gastromotiva es una iniciativa que busca cambiar las vidas de personas en situación vulnerable, a través de la pasión por la cocina

Conoce Gastromotiva, una organización social que transforma vidas
Gastromotiva Foto: Especial

En el Centro Histórico de la Ciudad de México, se encuentra Gastromotiva, un espacio dedicado a promover el desarrollo personal y económico de personas en situación vulnerable, a través de la pasión por la cocina. 

Gastromotiva es un proyecto fundado en 2006, por el chef y emprendedor social David Hertz, en Brasil. Aunque el objetivo de esta asociación inició con la capacitación gastronómica de la población de las favelas, hoy en día la iniciativa se ha expandido a cinco ciudades: São Paulo, Río de Janeiro, Curitiba, Amazonas y Manaos. 

Debido a su éxito, el modelo fue traído a México en 2016 por el restaurantero Alejandro de la Peña, quien notó que en Brasil existían barreras económicas, de empleo y discriminación similares a las de México, por lo tanto, el proyecto podía ayudar a cambiar vidas también en nuestro país.  

Silvia Camacho, líder de impacto en Gastromotiva México compartió en entrevista con Gastrolab que la fundación se rige bajo tres ejes rectores: 

1. Educación de calidad

Gastromotiva ofrece cursos gratuitos a diversos grupos. La Superliga de la Comida, busca enseñar a las infancias de escasos recursos, de albergues o casas hogares, a alimentarse adecuadamente y a enaltecer la figura del agricultor.

“Muchos de los papás de esta población infantil son agricultores y, lamentablemente, los jóvenes ya no quieren seguir con ese legado; entonces, les enseñamos a estar orgullosos del trabajo que se hace en la tierra” cuenta Silvia. 

Por otro lado, oferta cursos para jóvenes, entre 18 a 29 años de edad, que no hayan tenido la oportunidad de acceder a un empleo digno o de terminar sus estudios. Los cursos intensivos de Auxiliar de Cocina, y Panadería y Repostería buscan enseñar a los alumnos lo necesario para que puedan insertarse en el mercado laboral o emprender un negocio. 

Por otra parte, los cursos para emprendedores están dirigidos a dueños de negocios informales; en estos se les enseña el proceso para formalizar sus negocios y distintas bases de cero desperdicio.

En los cursos para personas de la tercera edad llamados Proyectos Productivos, se enseña a los participantes a elaborar un producto que se pueda producir en un día y que puedan comercializar posteriormente, como conservas, salsas y botanas. 

Para impartir los cursos, Gastromotiva cuenta con un equipo interdisciplinario. “Tenemos profesores que son chefs, pero también tenemos psicólogos, sociólogos, historiadores, administradores de empresas, nutricionistas, pedagogos. Tenemos un equipo muy completo, porque para trabajar en lo social, necesitas tener muchos perfiles” comparte Silvia en entrevista.

Además, agrega que todos los alumnos llevan acompañamiento psicológico obligatorio, “creo que eso debería de ser un hábito no solamente en las escuelas, también en las cocinas. Nuestros alumnos tienen acompañamiento emocional y terapias grupales que les ayudan a formarse como cocineros”.

2. Trabajo digno

Consiste en brindar talleres y cursos a restaurantes de derechos humanos y  laborales, cero desperdicio y no discriminación, “estos recursos los ofrecemos a las empresas para que mejorar las condiciones de trabajo y que éste sea un sector que incluya a todas las personas”.

3. Hambre cero

El programa Cocina Solidaria, consiste en la entrega de comidas a personas que no tienen garantizado su alimento diario y, posteriormente, poder hacerlos partícipes en los cursos que ofrece la fundación, “nosotros llegamos a estas poblaciones; el gancho es ese, te ofrezco una comida, pero ¿qué crees? tengo cursos para ti, puedes emprender”, añade la líder de impacto. 

Los insumos utilizados para este programa provienen del rescate de alimentos en la Central de Abasto y bancos de alimentos. “Rescatamos productos que todavía son aptos para el consumo, pero quizás ya no son muy estéticos, entonces la gente ya no lo compra y, para que no se deseche, nosotros lo rescatamos y lo transformamos” indica Silvia. 

A esta gran cadena se han sumado empresas y restaurantes, como la taquería El Huequito, que donan comida que ya no se va a utilizar en los establecimientos pero que está en buen estado, o La Docena, sitio donde invitan a los comensales a dar una pequeña donación económica.

Esfuerzo colectivo

Silvia comparte a Gastrolab que este proyecto no sería posible sin las empresas, organizaciones y colectivos que lo apoyan, “trabajamos con muchísimas organizaciones sociales, porque no somos expertos en todo, entonces buscamos expertos en otras áreas para así generar el impacto que deseamos”. 

Además de las cuatro personas que trabajan de planta en el lugar, suelen recibir ayuda de voluntarios, que en muchas ocasiones son los mismos alumnos, “en Gastromotiva, un 80% de nuestro equipo son ex-alumnos” comparte Silvia. 

Reconocer el altruismo

Silva comenta que el equipo de Gastromotiva recibió con mucha alegría y orgullo su nominación a los Premios Gastrolab.  

“Es un orgullo saber que nuestro trabajo se está haciendo visible, para que hagamos más trabajo de conciencia. Es un gusto saber que se reconoce nuestro trabajo y esfuerzo diario”.

Conoce más de los cursos y voluntariados en el Instagram: @gastromotivamexico; en el Facebook: GastromotivaMéxico, y en su sitio web: gastromotiva.mx

Gastromotiva se encuentra ubicado en República de Perú 8 en el Centro Histórico de la Ciudad de México.