Vino

¿Vino submarino? Este descubrimiento te sorprenderá

Hace algunos años, buzos descubrieron botellas intactas en el fondo del mar. Desde entonces, enólogos estudian cómo el océano puede influir en los sabores

¿Vino submarino? Este descubrimiento te sorprenderá
Vinos conservados Foto: Especial

Cerca de Norwich, en el año 2007, unos buzos amateurs encontraron restos del barco HMS Gloucester que había encallado en 1682, en un banco de arena. En sus entrañas, botellas de vino, aun cerradas y, en su mayoría llenas, fueron localizadas entre los escombros, en perfecto estado. 

En 2010, otro hallazgo, pero esta vez en el mar Báltico sacó a flote 178 botellas de Champagne intactas, con más de 170 años, a una profundidad de 50 metros, y una temperatura constante de 4 grados centígrados. 

Tras distintos análisis y catas, los vinos conservaron el carácter esencial de su procedencia, así como su acidez, las notas frutales y florales. 

La conclusión fue que los vinos estaban perfectamente bien conservados y coincidían con las características de elaboración de la época y de la moda del momento, es decir, eran más dulces que en la actualidad. 

Tesoro bajo el agua

Las botellas que fueron localizadas en 2010 eran de tres marcas diferentes: una de ellas ya no existe, dos de ellas, sí.  Un dato increíble es que las botellas de una de estas marcas fueron incluso elaboradas por la fundadora de dicha bodega, ¡68 años antes que este barco se hundiera!

Además, los vinos localizados tienen un grado alcohólico de 9.5°, y no de 12.5°, como los que se elaboran hoy en día, debido a las variaciones de temperatura. Y es que, del siglo XIX a la actualidad, el cambio climático ha alterado las graduaciones alcohólicas de los vinos.

Este tesoro bajo el mar no sólo demuestra que los océanos son lugares idóneos para preservar los vinos, sino también, para contar la historia de la tierra misma y de los cambios que ha sufrido la naturaleza. 

Experimentan con el vino

En junio 2014, una bodega sumergió 350 botellas, a 42 metros de profundidad, en los mismos mares donde estos buzos encontraron estas perlas intactas. Cada tres años algunas botellas son llevadas a la superficie para ser comparadas con aquellas que están descansando en sus cavas. Esto con el fin de estudiar de una manera detallada y científica la curva de envejecimiento, en estos dos contextos. 

Muchas marcas –y no sólo de Champagne– aseguran que el paso por el fondo del mar tiene un impacto en sus vinos. El tiempo lo dirá. Con más investigación  veremos si efectivamente el fondo del mar es el mejor lugar para congelar los vinos en el tiempo.

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