En cada cucharada de un platillo olvidado se esconde la esencia de una época perdida, un reflejo de civilizaciones que dejaron su marca no solo en la historia, sino también en los paladares del momento, algunos todavía se encuentran presentes en la imaginación de quienes conocen su existencia a través de antiguos textos o simplemente a través de las populares redes sociales.
La cocina, como testigo silencioso de nuestra evolución, ha sido guardiana de tradiciones, mitos y creencias. Hoy, las redes sociales están jugando un papel crucial en la resurrección de estos sabores extintos, que resurgen como fénix para deleitar y contar historias.
Garum
Desde la antigua Roma, el garum, esa ambrosía salada hecha a base de pescado fermentado, se derramaba sobre las mesas de emperadores y plebeyos por igual. Esta salsa, considerada el "oro líquido" de su tiempo, no solo condimentaba los alimentos, sino también simbolizaba poder y sofisticación. Su decadencia llegó con la caída del Imperio, pero el garum no fue olvidado del todo. Hoy, gracias a la curiosidad de arqueólogos culinarios y chefs contemporáneos, ha vuelto a surgir como una joya de la gastronomía en restaurantes de alta cocina, mostrado en redes como Instagram bajo el hashtag #GarumRevival o presente en recetas como la compartida por @historiaplatos.
Menjar blanc
Mientras el garum se desvanecía, en los monasterios medievales de Cataluña nacía el menjar blanc, un postre puro y delicado que conquistó los banquetes de la nobleza. Su blancura simbolizaba perfección y virtud, haciendo honor a su nombre: "comida blanca". La receta, basada en leche de almendras, azúcar y especias, cayó en el olvido con el paso de los siglos, pero las redes sociales han permitido su resurrección, podrás encontrar muchas de sus versiones bajo etiquetas como #MedievalDesserts, o directamente en mi receta preferida de @carles.larriba en Instagram.
Hirvana
El salto a Oriente nos lleva al antiguo subcontinente indio, donde los textos védicos mencionan el hirvana, un platillo ceremonial cargado de significado espiritual. Preparado con arroz, sésamo y miel, era ofrecido en rituales como un gesto de gratitud hacia los dioses. Aunque sus preparaciones tradicionales han quedado relegadas a los libros de historia, el hirvana ha encontrado un nuevo escenario en las redes sociales. A través de tutoriales y retos de cocina, hashtags como #VedicCuisine han hecho que este antiguo manjar vuelva a resonar entre aquellos que buscan una conexión con sus raíces espirituales.
Maná
Otro platillo mítico lo encontramos en la Biblia, dónde se menciona el maná, un misterioso alimento que, según el Éxodo, Dios proporcionó a los israelitas en el desierto. La interpretación de su composición ha variado a lo largo del tiempo, pero muchos lo asocian con resinas dulces y granos silvestres. Si bien no ha sido recreado en su totalidad, la idea del maná ha inspirado postres y platillos que evocan su simbolismo. Redes como Pinterest y YouTube alojan experimentos creativos, donde se reinterpretan las historias bíblicas en forma de platos contemporáneos.
Ambrosía
En Grecia, los poetas de la antigüedad cantaban las maravillas de la ambrosía, el alimento de los dioses del Olimpo. Este manjar, vinculado a la inmortalidad, combinaba frutas, miel y especias en una mezcla digna de los banquetes divinos. Aunque se trata de una creación más mitológica que histórica, chefs modernos han reinventado este concepto para darle vida a un platillo que rinde homenaje a su herencia literaria. Fotografías de "ambrosías" reinventadas circulan por Instagram bajo el hashtag #MythologicalCuisine, transportándonos al Olimpo con cada bocado.
Tharid
Finalmente, el Islam nos brinda un tesoro culinario con el tharid, mencionado en el Corán como uno de los platillos favoritos del Profeta Muhammad. Este estofado de carne y pan era mucho más que alimento: representaba unidad y sustento. Aunque su preparación original se ha perdido en gran medida, comunidades musulmanas han revitalizado la receta, compartiendo sus versiones en TikTok y celebrando su significado histórico con el hashtag #IslamicHeritageCuisine.
El dicho de que la cocina no solo satisface el hambre, puede llevarnos a la conclusión de que también alimenta nuestra conexión con el pasado. En la era digital, las redes sociales han permitido que estas recetas extinguidas resurjan con una fuerza inesperada, conectando generaciones a través de sabores que cuentan historias. La gastronomía, más que un arte, es un archivo vivo de la memoria colectiva, y cada platillo rescatado nos invita a redescubrir quiénes somos y de dónde venimos.