Desde hace varios años y con una tendencia al crecimiento, los mockteles son parte importante de las cartas de bares y restaurantes del mundo. Los barman ven esta sección del menú con un ojo más avispado, y la creatividad de algunos es sumamente notoria. En el célebre restaurante Noma, de Copenhague, hace tiempo que las bebidas sin alcohol forman parte de la carta e, incluso, de los maridajes de algunos de sus platillos.
La palabra viene del inglés mocktail, juego fonético del verbo mock que significa burlar. Esta preposición se ha utilizado desde la Inglaterra victoriana para hacer referencia a platillos que fingen llevar algún ingrediente que en aquel entonces era imposible de conseguir, ya sea por la guerra o la escasez. Era más que natural que una bebida sin alcohol mezclada de manera creativa, retadora y servida en copa de coctel, llevara el nombre de mocktail.
Llegaron para quedarse
Esta no debe ser vista como una moda pasajera, las bebidas sin alcohol más elaboradas han llegado para quedarse, principalmente para aquellas personas que gustan de cuidar su salud o quienes simplemente prefieren evitar el consumo de alcohol, sobre todo, aquellos que tienen como propósito de Año Nuevo moderar su consumo.
La aportación calórica del alcohol también ha desalentado a muchos consumidores, pero la razón de fondo es que muchas personas no pueden beber por enfermedades relacionadas con el alcoholismo, así como las intolerancias a varios componentes alimenticios. Lo anterior, ha impulsado a los restauranteros a adaptar sus propuestas culinarias para satisfacer la demanda de dietas estrictas y distintos estilos de vida.
Aumenta su consumo
El alza en venta en Europa de los vinos sin alcohol y los mocktails nos hablan de una manera diferente de abordar la mesa y el bar. Otros atribuyen este éxito contundente a la legalización del cannabis en muchos países; ya sea por salud, por dogma o por perder esos kilos de más, la sección de bebidas sin alcohol es una tendencia que se asoma para 2025, como una alternativa más atrevida a las clásicas limonadas y naranjadas.