Entomofagia

Chapulines, alimento del futuro

El consumo de insectos podría ayudar a combatir el hambre en el futuro, de acuerdo con la FAO

Chapulines, alimento del futuro
Foto: Freepik / Ilustrativa

Se piensa que en la próxima década los insectos serán la fuente más importante de proteínas en la alimentación del ser humano.

Esto es lo que sugiere la FAO, la organización mundial especializada en temas de alimentación, que desde el año 2003 impulsa el conocimiento de los insectos para la alimentación humana mediante congresos, publicaciones y un portal web.

Los insectos forman parte de la dieta humana a lo largo de la historia, pero en las últimas décadas se mantuvieron vigentes solo como un detalle exótico de culturas marginales. Lo cierto es que es un alimento sano cuyas proteínas incluyen aminoácidos, además de ácidos grasos, magnesio, calcio y múltiples vitaminas

Hay cerca de 2000 especies de insectos comestibles, de México son más de 400, aunque solo 4 o 5 son los más típicos, como los gusanos de maguey, los escamoles, etc.

El insecto más consumido en México es el chapulín, que es fácil de encontrar como botana junto a una copa de mezcal o una cerveza, o quizá también al interior de un taco, con un poco de guacamole y salsita de chile.

En Oaxaca los chapulines son una tradición, es un deleite regional que es difícil no probar, aunque sea por curiosidad gastronómica, pero hoy en día ya es posible encontrarlos por todo México, en la calle, mercados o restaurantes. 

El chapulín diminuto y el más grande, son el mismo insecto en diferentes instancias de su desarrollo. 

La recolección en el campo es como que se produce el chapulín para consumo humano. Recolección manual que comienza con las lluvias en los meses de junio y se extiende hasta los fríos de noviembre, cuando termina el ciclo reproductivo del insecto. 

Las principales regiones productoras son los estados de Oaxaca y Puebla, en torno a los sembradíos de maíz y de alfalfa, principalmente. Esta recolección y comercio representa un modo de subsistencia, a la vez que un alimento. 

Pero los chapulines son considerados por la ley como una plaga y existe un subsidio a los plaguicidas, así es como el gobierno y también los campesinos pagan a la industria química, gastando en matar lo que debería ser apreciado como mercancía.

El chapulín ya cosechado se deja un día completo en espera, luego se limpia y escoge, para ser cocinado en agua con sal. Después de este paso ya existen muchas recetas, la más común es el chapulín frito con ajo, chile de árbol y jugo de limón, saladito y crujiente… ¡Jugoso!

Los números son abrumadores: Para generar un kilogramo de proteína pura, de origen bovino, se requieren 10 kg de alimento, mientras que los insectos tan solo requieren 2 kilos. En el caso del agua la proporción es de 1000 litros por cada kilo de proteína de res, contra 1 litro de agua por cada kilo de proteína de insecto.

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