Tradiciones culinarias
Platos del más allá: Así es como celebran el Día de Muertos en el mundo
Los sabores y rituales culinarios dedicados a los difuntos llegan a las mesas de todo el mundo, a través de distintos platos que salen de lo ordinarioMuchos nos preguntamos qué tienen en común celebraciones, tan internacionalmente reconocidas, como la noche de Halloween, el Día de todos los Santos y el Día de Muertos, todos ellos marcados días del calendario occidental y algunas de sus festividades más populares.
Aunque de orígenes diferentes, unos enraizados en las tradiciones celtas, la cultura prehispánica o en el catolicismo, todas estas fiestas comparten algunos rasgos comunes: cómo mantener viva la memoria de los difuntos, la celebración de la vida, los recuerdos de aquellos que se fueron y rituales, entre los que se encuentran platillos especiales que ayudan a fortalecer los lazos familiares y comunitarios.
Podrían documentarse cientos y cientos de elaboraciones de todo el mundo que durante siglos vienen preparándose por estas fechas, aunque a modo de aperitivo se han seleccionado sólo unos cuantos, que invitan a profundizar en la investigación y futura degustación de estos.
México: Una fiesta de vida y muerte
En México, el pan de muerto se erige como el símbolo más representativo de la celebración. Su forma y decoración aluden a la dualidad vida y muerte, mientras que el azahar y la canela impregnan de aroma los altares y las mesas familiares, convirtiéndo esta festividad no solo en lamento sino en una celebración que invita a las almas de los difuntos a regresar, creando un espacio donde lo divino y lo terrenal se encuentran.
En la península de Yucatán, encontramos el mucbipollo, un tamal gigante horneado bajo tierra, que se ha convertido en un elemento esencial del Hanal Pixán, el festival maya en honor a los muertos. Su masa de maíz y su mezcla de carne de cerdo y pollo se cocinan en hojas de plátano, resaltando sabores que conectan con las raíces ancestrales.
En Europa: Reflexión y Recuerdo
La celebración en España cuenta con sus propias tradiciones culinarias. Los huesos de santo, elaborados con mazapán y rellenos de yema o frutas, son un dulce que acompaña las festividades de Todos los Santos. Estos dulces simbolizan el respeto hacia los muertos y el ciclo de la vida, junto con los buñuelos de viento que presentan una textura ligera que se degusta con un poco de azúcar o rellenos de crema.
En Italia, encontramos el Pan dei Morti, pan especiado y los Ossa dei morti o galletas de almendra, ambas elaboraciones tienen por objeto recordar a los seres queridos que ya no están con nosotros, y crean un vínculo entre el pasado y el presente en un ambiente de respeto y reflexión.
Por su parte, en Ecuador, la colada morada y las guaguas de pan simbolizan la conexión con los difuntos. Esta colada, espesa y morada, se acompaña de guaguas que representan a los muertos, reflejando una celebración que honra tanto la vida como la muerte.
La Conexión Universal
Desde el tantawawa, pan dulce que se elabora en Bolivia dedicado a los niños fallecidos o santos inocentes, hasta el caldo de camarón seco en Guerrero, cada platillo contiene la esencia de una cultura, marcando la diferencia entre dos enfoques: el regreso de las almas para visitar a sus seres queridos una vez al año o la conmemoración basada en la nostalgia y en recuerdo de los que se fueron.