#HazloBien

Alejandra Navarro, ejemplo de pasión y resiliencia

Alejandra Navarro encontró en su restaurante botánico la motivación para vencer el cáncer de mama. A un año de su diagnóstico, llama a las mujeres a revisarse y no bajar la guardia
viernes, 18 de octubre de 2024 · 01:34

El 25 de agosto de 2023 Alejandra Navarro escuchó una noticia que le cambió la vida. 

Aquel día su médico le notificó que, pese a tener 29 años y una vida saludable, un tumor cancerígeno se había desarrollado en su organismo.

Había pasado un año de la apertura de su restaurante Botánico, y se encontraba en el año más importante de su carrera. 

Antes de estudiar gastronomía, Alejandra cocinaba por pasatiempo, hasta que encontró en la comida una forma de sacar sonrisas. Su formación comenzó en una escuela de Michoacán y aterrizó en el restaurante Quintonil, sitio donde permaneció dos años antes de aventurarse y viajar a España. 

Alejandra Navarro, chef de Botánico. Fotografía: Alfredo Pelcastre

 

Porque uno siempre vuelve a donde fue feliz, Alejandra regresó a la cocina de Quintonil donde permaneció dos años más. Finalmente, fue invitada a liderar Botánico, un proyecto enclavado en la naturaleza, al interior de una casona en la colonia Condesa.

“Habían pasado sólo cuatro meses de mi última revisión cuando empecé a sentir mi pecho duro y fibroso. Al siguiente mes mucho más que antes, y al tercer mes ya no sentía fibroso, sino que se sentía un bulto; ese bulto fue haciéndose más grande hasta que me empezó a doler, pero nunca pasó por mi cabeza que podía ser algo malo”.

“Un día acabé de hacer ejercicio, me metí a bañar y tenía mi pecho muy rojo. Lo único que se me ocurrió fue que me había lastimado durante el ejercicio, hasta que la mamá de una amiga, que es doctora, me dijo: por favor ve a que te hagan un ultrasonido”, relata Alejandra. 

Milanesa de ternera, ensalada de jitomate y jocoque con chícharos. Fotografía: Alfredo Pelcaste

 

“El mundo se sintió raro”

Botánico crecía en la escena gastronómica de la Ciudad de México. Alejandra Navarro y su socio Ernesto Hernández dejaron atrás el fine dining para posicionar este proyecto con una propuesta culinaria más casual y reconfortante. 

A dos años de su apertura, se introdujo a las recomendaciones de la Guía Michelin, en su primera edición celebrada en nuestro país.

“Tenía 29 años y creía que me iban a decir que eran quistes. Cuando me decidí por el ultrasonido, empecé a reconocer las caras preocupadas de los doctores. El resultado tenía un código que pedía ser revisado por un oncólogo’: entonces el mundo empezó a sentirse raro”.

Jocoque con chícharos y habas. Fotografía: Alfredo Pelcastre

Alejandra acudió a un especialista que le informó que era probable que el tumor en su pecho fuera maligno, pero fue luego de una biopsia cuando se confirmó el diagnóstico: ‘’cáncer de mama, etapa tres’’

“Fue un día muy difícil para mí. Llegué con mi hermano al doctor y me dijo: ‘Ale, llegaron tus resultados, tienes un carcinoma triple negativo’. Empezó a soltar palabras muy formales y desconocidas, hasta que lo detuve para preguntarle si eso significaba que tenía cáncer. Me dijo que sí y que, además, era uno de los más agresivos. En ese momento empecé a llorar”.

Prevención temprana

De acuerdo con el INEGI, en 2022 se registraron 23 mil 790 nuevos casos de cáncer de mama, entre la población de 20 años y más. A pesar de que el grupo de edad más afectado por este padecimiento es de los 40 a los 59 años, la tasa de incidencia ha aumentado en edades más jóvenes durante los últimos años. 

“Mi doctor me explicó que esta enfermedad solía darle a gente mayor, pero cada vez las gráficas van recorriendo la edad. Me contó que tenía pacientes de 19, de 24, y yo de 29. Es una enfermedad que se puede curar, pero que aún no saben por qué da”, lamenta.

Alejandra comenzó su tratamiento de quimioterapia, seguido por una mastectomía y radiaciones; a pesar de ello, nunca dejó de trabajar en Botánico y de encontrar en el restaurante el motor para salir adelante. 

Finalmente se vislumbró la luz al final del túnel. En junio de 2024, después de un duro camino, Alejandra recibió el reporte que todos esperaban: no se identifica carcinoma invasor residual. 

Pay de calabaza, miel de tacha y crème fraîche. Fotografía: Alfredo Pelcastre

Nadie habla de lo que viene después

El camino no ha terminado por completo. La chef de Botánico continúa en un tratamiento oncológico que concluye en diciembre, y en el mes de marzo será sometida a otra cirugía.

“Mientras está pasando solo intentas sobrevivir, y el tiempo se pausa. Pero una vez que termina viene la parte más difícil; ‘sentí que mi cuerpo me había traicionado, me quedé con problemas de salud que antes no tenía y que fueron causados por las quimioterapias, me hicieron la mastectomía doble, vi mi cuenta de banco en ceros, y es en ese momento que ves al espejo una imagen tuya, que no era tuya, y un cuerpo que no es el que estabas acostumbrada a ver”.

Botánico, de la chef Alejandra Navarro, fue recomendado por la Guía Michelin. Fotografía: Alfredo Pelcastre

Alejandra no pierde la oportunidad de invitar a todas las mujeres a realizarse ultrasonidos para descartar la enfermedad. Aunque, en sus palabras, “es una etapa que prefiere olvidar”, ella busca darle voz a este problema a través de diversas organizaciones que apoyan la causa. 

“No lo quiero volver mi causa de vida, porque genuinamente quiero darle vuelta a la página. Pero quiero ayudar alzando la voz y aconsejando que cuando sientan algo, no sean como yo, y que lo atiendan”, concluye Alejandra, quien levanta la mirada y sabe que la cocina seguirá siendo su motor de vida.