Historias sobre gastronomía
Momentos foodies que marcaron la historia del mundo
Hacemos un paseo por cinco cenas icónicas, enfocadas en el espíritu mítico de grandes experiencias de la HistoriaHay momentos que inspiran, que se enfocan en el espíritu mítico del final de grandes experiencias de la historia. Son cinco los seleccionados, pero seguro que en tu mente surgen muchos más, todos relacionados con el mundo de la gastronomía y la exclusividad del contexto.
EL ÚLTIMO MENÚ DEL TITANIC
Salvada del naufragio, la carta mostraba el lujo y el detalle de las especialidades disponibles para la primera clase del exclusivo barco. El menú constaba de no menos de 10 platillos elaborados bajo la supervisión del chef ejecutivo Rousseau. La última comida que se dio en el Titanic fue el 14 de abril de 1912, y entre los numerosos platillos encontramos el famoso Pollo Maryland, o huevos a de codorniz de Egipto, puding Waldorf o duraznos en gelatina Chartreuse y una selección de 8 quesos. Técnicas que hoy en día se mantienen pero que en ese momento eran de lo más exclusivo.
La comida servida en bandejas de plata, por camareros franceses, en un ambiente de lujo que no escatimaba detalles, un café Veranda que parecía un destino tropical que incluían palmeras importadas y un salón comedor con capacidad para más de 500 personas.
La cena fue amenizada por una orquesta de cinco piezas que tocaba música de Puccini y Tchaikovsky, y al terminar puros y licores.
DESAYUNO FINAL DE NEIL ARMSTRONG ANTES DE LA PRIMERA MISIÓN A LA LUNA
También mítica es la imagen de Neil Armstrong sólo, comiendo pollo frito y duraznos. Imaginemos el poder de una imagen en un mundo con el poder absoluta de prensa, TV y fotografía. ¿Qué de real tenía el instante congelado para la historia?
Además de ser el primer hombre en pisar la luna, ¿fue el primero en elegir esta, cuanto menos, original combinación de alimentos para desayunar? Lamentablemente para los amantes de la cocina americana sureña, sentimos desmentir el mito; no, no fue real.
Lamentablemente, Neil no tuvo esa comida ante de la misión Apolo 11, si no que su desayuno consistió en jugo de naranja, bistec, huevos revueltos, tostadas y café.
Este desayuno se produjo antes de las 05.30 de la mañana del 16 de julio del año 1969. Y es todo un clásico este desayuno de la NASA: filete, huevos revueltos y champagne, antes de un vuelo; todo un tributo al astronauta Alan Shepard y a su vuele en el Mercury Freedom 7, que se produjo en 1961.
UNA CENA ROMÁNTICA DE MÁS DE 15 MILLONES DE EUROS
En realidad, su costo fue de diez millones de sextercios, y sus protagonistas tres: la reina de reinas Cleopatra, Marco Antonio y el que actuó de juez del evento un tal Planco.
Aunque la cena no fue de lo más, aunque sí un auténtico desafío, que Marco Antonio no dudó en aceptar, la sorpresa la escondía el postre.
Cleopatra llevaba colgadas al cuello dos perlas valoradas en cinco millones de sextercios cada una. Cleopatra introdujo una de ellas en una copa con vinagre, lo que provocó su disolución, y a continuación se la bebió. Cuando iba a hacer lo propio con la segunda, Marco Antonio se dio por vencido.
UNA CENA EN EL MÍTICO CONCORDE….
Los dos millones y medio de pasajeros que volaron en los vuelos comerciales del Concorde desde 1976 y 2013, cenaron al doble de la velocidad del sonido. Pero además hay un dato más: ninguna de las comidas de aerolíneas ha igualado a la del Concorde ni en lujo y en cuanto al factor sorpresa.
Sus pasajeros disfrutaron de comidas finas como carne de res Angus, salmón ahumado escocés, caviar, langosta, pintada, trufas, foie gras y champagne. La cocina era principalmente francesa o inglesa y las comidas tenían una duración de 3 a 6 platos, es decir, los viajeros pasaban la mayor parte del tiempo comiendo.
Platillos míticos fueron diseñados por los chefs más famosos del momento, entre los cuales se encontraron: la langosta en tabulé de Michel Roux, el coulibiac de Shaun Hill de trucha de mar con mariscos, eneldo y mayonesa de mostaza, y la mousse de cardamomo de Vineet Bhatia con nueces caramelizadas.
En cuanto a su bodega, muchos la han llegado a calificar como de colección única. Gran parte de sus vinos se compró años antes y se almacenó en la bodega del Concorde hasta que estuvo maduro para su consumo.
Y lo más importante, todo estaba incluido en el costo del vuelo.
El BULLI Y SU ÚLTIMO SERVICIO
Esta fecha marca un antes y un después: 30 de julio de 2011, fecha en la que se sirvió la última cena del El Bulli, el inigualable.
En la celebración, sólo pudo participar el personal y los amigos más cercanos de El Bulli y contaron con un equipo de cocina único formado por René Redzepi, Joan Roca, Andoni Luis Aduriz, Massimo Bottura y José Andrés.
La cena, una cena para privilegiados con platillos como el pastel conceptual preparado por Christian Escibá, la versión de este restaurante de Martini Seco con aceituna reconstituidacolocada sobre la lengua y sobre la cual se vaporiza ginebra y vermut, y platillos como los raviolis al pistacho, croquetas líquidas de pollo, pétalos de rosa al jamón adobados al zumo de melón.