Los elementos del menú navideño que tradicionalmente se comparten en la convivencia familiar pueden variar significativamente de un lugar a otro a lo largo del mundo. Si bien esta celebración tiene un origen religioso, actualmente se ha convertido en una fecha adoptada en casi todo el planeta como un evento que centra su objetivo en reunir alrededor de la mesa a las personas más cercanas. La Navidad para muchos significa el momento ideal para cocinar, para compartir un buen vino, para desempolvar las recetas que han perdurado de generación en generación y también el tiempo perfecto para experimentar nuevos sabores.
El pavo es quizá el elemento más usado de forma universal sin embargo los estilos de preparación varían según las tradiciones culinarias y los insumos disponibles en cada región geográfica. Las combinaciones y estilos son muchísimos, ya que el pavo puede incluir sabores dulces, salados, especiados y/o picantes en las salsas, rellenos que mezclen varios tipos de proteína, granos, frutas y/o vegetales, así como especias que en ocasiones dificultan la elección del maridaje, en especial el tipo de vino con el cual los sabores elegidos sean resaltados y no compitan o se opaquen entre sí.
¿Qué guía la elección del vino correcto? Es muy sencillo; los ingredientes usados en la receta.
ELIGE EN VINO ADECUADO
Si has elegido una salsa con toques dulces o si en el relleno hay ingredientes como arándanos, pasas, fruta cristalizada, entre otros, lo más conveniente es elegir un vino tinto joven y con tintes frutales, los cuales en ocasiones incluyen especias dulces que complementan a la perfección. Las uvas Merlot y Shiraz o bien una mezcla de ambas dentro de la composición del vino podrían significar una buena propuesta para este tipo de receta.
En el caso de los rellenos y salsas en lo que predominen los sabores salados y hasta levemente picantes, las uvas Pinot Noir, Syrah o Cabernet Sauvignon en los que se encuentren notas a frutos rojos y cuyo nivel de acidez sea equilibrado, podrían ofrecerte versatilidad para acompañar otros elementos de la cena y un buen compañero para el pavo.
Algunas recetas incluyen en su relleno una proteína adicional como la carne de cerdo, frutos secos como almendras, nueces variadas y una salsa con mayor concentración de grasa como la mantequilla, es este caso un rioja maduro de mayor cuerpo funciona de maravilla.
Las preparaciones más sencillas en las que el sabor de la carne del pavo desea ser la protagonista y en cuya receta no hay mayor presencia de salsas y rellenos, los vinos blancos como el Chardonnay, Chablis o Savignon Blanc pueden ser de gran ayuda para resaltar el sabor magro de la pechuga de pavo.
LOS MEJORES ALIADOS
Sin embargo, existe una elección a prueba de errores a la hora de maridar el pavo y es acompañarlo con Champagne, Cava o Prosecco que suelen ser los mejores aliados en las distintas preparaciones de este platillo tradicional, sin importar los ingredientes en la receta. Al final el maridaje siempre será cuestión de gusto y una elección personal, en donde el objetivo es disfrutar y no complicarse.
PUNTOS CLAVE
· Salsa con toques dulces o si en el relleno hay ingredientes como arándanos, pasas, fruta cristalizada.
MARIDAJE: Vino tinto joven y con tintes frutales.
· Rellenos y salsas en lo que predominen los sabores salados y levemente picantes.
MARIDAJE: Vinos con uvas Pinot Noir, Syrah o Cabernet Sauvignon.
· Recetas que incluyen en su relleno una proteína adicional como la carne de cerdo, frutos secos como almendras, nueces variadas y una salsa con mayor concentración de grasa como la mantequilla.
MARIDAJE: Rioja maduro de mayor cuerpo.
· Preparaciones más sencillas en las que el sabor de la carne del pavo desea ser el protagonista.
MARIDAJE: Vinos blancos como el Chardonnay, Chablis o Sauvignon Blanc.
TIP
¿Qué guía la elección del vino correcto? Es muy sencillo; los ingredientes usados en la receta.
TÓMALO EN CUENTA
Al final el maridaje siempre será cuestión de gusto y una elección personal, en donde el objetivo es disfrutar y no complicarse.
