El mundo del té: ¿Sabes cuántas variedades de té hay? Aquí te lo decimos

Actualmente, el té es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua. Su historia se remonta a casi 5 mil años.

Esta bebida tiene su origen en Oriente, donde era valorada por su efecto de bienestar y sus propiedades medicinales. Más tarde se le consideró un elemento de lujo y distinción, llegando a ser identificado como un factor de buen gusto y refinamiento.

La palabra té proviene del chino Cha. Antes de ser llamado Tea en inglés, las hojas de té tenían nombres muy variados y diferentes pronunciaciones en múltiples lenguas chinas. En las lenguas española, italiana, danesa, noruega, sueca y húngara se escribe Té, en francés Thé, en finlandés Tee, en letón Teja, en coreano Ta, en tamil Tey, ¿en cingalés Thay y en la lengua científica Thea?

El té es una infusión hecha con hojas de Camellia sinensis. De acuerdo con los métodos de procesamiento, originarios de China, se pueden obtener distintos tipos de tés: negro, verde y negro, el cual va a través de varias etapas de blanqueado, triturado, fermentación y secado. 

Es importante mencionar que el principal productor de té en el mundo es India. 

BLANCO: 

Es el té chino más valioso, ya que se produce en pequeñas cantidades. Las vainas de la planta se cosechan únicamente dos veces al año y se dejan secar sin ser procesadas. La infusión es clara y tiene un sabor muy delicado. 

VERDE: 

Es un té que no es sometido a procesos de fermentación, sino a un calentamiento rápido que destruye las enzimas responsables del proceso de fermentación para poder mantener el color y propiedades saludables. 

La infusión preparada con este tipo de té tiene un color verde amarillento claro y un sabor fresco a hierbas. 

NEGRO: 

Es el té más popular y consumido en los países occidentales. Se produce principalmente en India, África y algunas regiones de China. Las hojas de té negro, después de haber sido coséchalas, se extienden bajo el sol para ser fermentadas. Este proceso les proporciona un peculiar color oscuro y un típico sabor intenso. 

ROJO: 

Famoso por sus propiedades purificadoras, se obtiene a través de un proceso doble de fermentación de sus hojas. La infusión es de color rojo y tiene un fuerte sabor con bastante cuerpo. 

DE SABOR: 

Es una mezcla originaria principalmente de turra europea en la que se mezcla una base de té negro con aromas de aceites esenciales, frutas o flores deshidratas y secas. Los tés de sabor más famosos son el Earl Grey, el de Jazmín Chino con flores de jazmín y el té de vainilla. 

PARA GUARDAR EL TÉ
El té tiene la particularidad de que absorbe muy fácilmente la humedad y los olores, por lo que debe guardarse siempre en un lugar seco, lejos de otros elementos que exhalen demasiado aroma. Lo ideal es una lata.

MODO DE PREPARARLO

El modo de hacer el té es fundamental para poder disfrutar de una bebida aromática, deliciosa y reconfortante.

1.     Verter en la tetera el agua que debe hervir en el momento de hacer la infusión.

2.     Colocar la cantidad de té precisa para las tazas que se van a servir: generalmente se calcula una cucharada de postre de té por cada taza. 

3.     Realizar la infusión con la tetera tapada. 

4.     La duración de la infusión es fundamental, debe permanecer de 5 a 8 minutos y luego servir inmediatamente. Si el tiempo es corto sólo se obtiene una bebida pálida y ligera. Si se mantiene más de 10 minutos, lo que se considera una infusión prolongada se obtiene una bebida amarga y astringente. Una infusión bien preparada, en su justo tiempo debe ser clara, de color amarillo tostado y con un sabor ligerísimamente amargo. En general el tiempo de duración de la infusión es de 3 a 5 minutos para el té negro y 2 minutos para el té verde.

5.     Sacar el filtro o se cuela el té antes de servirlo.

6.     Nunca se debe hacer una segunda infusión con las mismas hojas de té.

7.     Tomar solo, con leche, azúcar, miel, limón o menta, según preferencias. 

ORIGEN DE LAS TAZAS DE TÉ
Las primeras tazas para beber té vinieron de China, no tenían asas y eran de porcelana. Cuando el té fue haciéndose una bebida cada vez más popular comenzó a iniciarse en Gran Bretaña la producción de tazas para beber té: tenían asas, pero eran más pequeñas que las tazas de té actuales ya que al ser un producto tan caro había que tomarlo con mucha moderación y se les daba el nombre de “potterires”.