Primavera, ¿qué frutas puedes comer en el mes de abril?

Uno de los regalos de la naturaleza, al margen de llenar el paisaje, es el de brindarnos al inicio de cada estación unas frutas determinadas, siempre diferentes, con las que poder experimentar los cambios vividos a lo largo del año.

Las primeras frutas son las que se presentan en la primavera: fresas, frambuesas, zarzamoras, que solemos llamar en conjunto “ frutos rojos”.

FRESAS

Tienen forma de cono y provienen de un arbusto. Son originarios de Europa y América y se cultivan en zonas templadas de distintos países del mundo. Como característica exclusiva de esta fruta, está que las semillas se encuentran en su capa externa. Este fruto además de ser cultivado crece en los bosques de forma silvestre.

Se utilizan enteras o cortadas en postres, conservas, salsas, etc. Se pueden endulzar con azúcar para que conserven su color.

Postre clásico: Fresas Romanoff, fresas maceradas en Cointreau ( licor de naranja) o Kirsh ( licor de cereza) y acompañadas con crema batida.

FRAMBUESA

De la familia de las zarzamoras, se compone de diferentes frutas que se juntan en un núcleo central. Son más delicadas en cuanto a consistencia que las fresas, pero prácticamente tienen el mismo sabor, por lo que pueden utilizarse de la misma forma.

Hay que cosecharlas en su plena madurez y manipularlas lo menos posible.

ZARZAMORA

Es una fruta que crece en arbustos espinosos. Son ricas en fibra. Se recomienda adquirir zarzamoras grandes, brillantes y de un color morado oscuro.

Por su alto contenido de humedad es un fruto que se deteriora fácilmente por lo que se recomiendo consumirlas en cuanto son cosechadas.

Combinan muy bien con los quesos blandos fermentados, como el brie o camembert.

Postre clásico: Zarzamoras al oporto: maceradas en un almíbar de Oporto y naranja.

FRUTOS DEL BOSQUE

Además de las tres frutas mencionadas con anterioridad incluimos en este grupo a los arándanos, moras y grosellas,

Son jugosas, ricas en vitamina C, hay que manipularlas con cuidado ya que pueden estropearse con mucha facilidad.