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Entomofagia o cómo el comer insectos puede ser el futuro de la alimentación 

La entomofagia es el arte del consumo de insectos por parte de los seres humanos. Aunque es una práctica que tiene siglos realizándose alrededor del mundo aún es estigmatizada
viernes, 21 de enero de 2022 · 02:00

Partamos de la definición. La entomofagia es el arte del consumo de insectos por parte de los seres humanos. Aunque es una práctica que tiene siglos realizándose alrededor del mundo aún es estigmatizada a pesar de que está más que comprobado que su ingesta es benéfica para la salud.    

Además, el consumo de insectos es mucho más sustentable. De acuerdo con Carla Blackaller, fundadora de BeCrickets, la carne tiene un impacto ambiental grave, “aunque no lo creas el consumo de carne de res tiene un mayor impacto a nivel global. Cada vez se vuelve más urgente que contemos con alternativas de alimentación saludables y sustentables”, asegura.  

Desde 2013 la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha promovido el consumo de insectos como una alternativa de proteína completa y sustentable como iniciativa para mitigar el cambio climático.  

“ Nosotros creamos BeCrickets, una proteína entovegana, justo para promover una alimentación equilibrada y sustentable. Mezclamos proteína de grillo y proteína vegetal, superfoods para obtener grandes beneficios de forma natural; además tienen un sabor delicioso y se puede tomar en licuado, avena, hot cakes y hasta wafles”, refirió Carla, quien ganó el Premio Nacional FedEx Crece tu PyMe 2021. 

En regiones como Asia, África y América Latina, históricamente la ingesta de insectos ha complementado la dieta de más de 2 mil millones de personas, pero hasta hace no muchos años la entomofagia no había captado la atención más que por considerársele una comida exótica.    

Sin embargo, hace unos años, el Programa de Insectos Comestibles de la FAO comenzó a analiza las propiedades nutrimentales de los insectos ya que en 2030 se tendrá que alimentar a más de 9 mil millones de personas, y encontró que además de que están en todas partes, su producción reduce considerablemente el impacto ambiental, son nutritivos, ya que contienen niveles elevados de proteínas, grasas y minerales; además de que pueden consumirse enteros o molidos, en forma de polvo o pasta, e incorporarse a otros alimentos.  

 “Por ejemplo, los grillos son súper eficientes para transformar su alimento en proteína, lo que los convierte en una fuente de nutrientes poderosa y altamente ecológica. Para producir la misma cantidad de proteína que las vacas, los grillos requieren 12 veces menos alimento, 13 veces menos agua, 10 veces menos tierra y emiten muchos menos gases de efecto invernadero”, sustentó Carla. 

¿CUÁLES SON LAS ESPECIES MÁS CONSUMIDAS?   
Existen alrededor del mundo más de mil 900 especies de insectos comestibles, pero de acuerdo con la FAO, los insectos más consumidos son los escarabajos (31%), las orugas (18%), las abejas, avispas y hormigas (14%), les siguen los saltamontes y los grillos (13%), las cigarras, saltahojas, las cochinillas y las chinches (10%), las termitas (3%), las libélulas (3%) Y al final de la lista, las moscas (2%).  

MÁS QUE COMIDA  
De acuerdo con estudios de la FAO, “los insectos tienen otras funciones importantes y útiles más allá de las alimentarias, ya que son importantes proveedores de servicios ecosistémicos. Por ejemplo, desempeñan un papel relevante en la polinización y la descomposición de basura orgánica. 

Por supuesto, los insectos forman parte de la medicina tradicional desde hace miles de años; las larvas de mosca se utilizan para limpiar el tejido muerto en heridas, y los productos derivados de la abeja, como el propóleo, se utilizan por sus propiedades curativas.  

También, el color de los insectos ha sido explotado durante siglos, los aztecas utilizaban el color rojo producido por la cochinilla”, por lo que debemos valorarlos más.