Personalidades

Conoce a Jordi Roca y su proyecto Casa Cacao, un espacio para enaltecer a este fruto

El repostero de El Celler de Can Roca nos habla de Casa Cacao, un proyecto que lo ha llevado a adentrarse a los orígenes del fruto ancestral
viernes, 14 de enero de 2022 · 02:30

La imagen de Jordi Roca evoca a la de un niño inquieto. Incapaz de mantenerse en un mismo sitio por mucho tiempo, él va y viene, crea y deshace, experimenta, estudia posibilidades, piensa en lo imposible y se sorprende al llegar a un resultado inimaginable; para él no hay límites en el mundo de la repostería, ese que le permite abstraerse, provocar, pensara al revés, ser gamberro y hacernos parte de las más dulces e inusuales creaciones.

El universo de los hermanos Roca es fascinante en sí mismo. Joan, Josep y Jordi han hecho de su restaurante familiar en Girona, España, El Celler de Can Roca, el pilar de su éxito. Múltiples veces galardonado como el mejor restaurante del mundo, tres estrellas Michelin... lo tienen todo, sin embargo, no paran de innovar. El secreto: su pasión. Cada uno de ellos es el mejor en su ramo; Joan en la cocina salada, Josep en los vinos y Jordi, el menor de los Roca, en la repostería. 

Hermanos Roca.

“No quería ser ni el camarero de Josep, ni el cocinero de Joan”, asegura Jordi al recordar el momento en el que se planteó seguir los pasos de sus hermanos, pero con su propia voz, o dedicarse a otra cosa; pero el destino dulce ya era innegable. 

Postres como el láctico, inspirado en la ternura de las ovejas al nacer, El bosque lluvioso, en el que delante del comensal como por arte de magia se crea una estalactita, o las célebres paletas en forma de nariz, de su gelateria Rocamolesc, uno de sus proyectos en individual, no sólo le han volado la cabeza a la crítica gastronómica, sino que han hecho que cientos de adultos puedan revivir su niñez al traer al plato memorias, emociones y recrear un mundo de fantasía.

Hora del pastel. La vaina del cacao es protagonista; chocolate 80% de la DO Bejucos, República Dominicana.

TODO POR EL CHOCOLATE
Casa Cacao es su última aventura, una fábrica de chocolates que busca comprar cacao a productores de pequeñas comunidades y pagar un precio justo por la mejor calidad. También es un cacao bar, un centro de investigaciones y un hotel boutique de 15 habitaciones administrado por Anna Payet, su cuñada, y pareja de Joan Roca.

Jordi Roca durante su viaje al Amazonas.

El proyecto nació hace unos cinco años en la cocina de El Celler cuando los hermanos Roca se propusieron crear chocolates de altísima calidad, hacerlos en casa, desde cero, y elevar sus experiencias. La sorpresa fue que durante el proceso Jordi notó lo poco que se sabe sobre su valor ancestral y de las zonas geográficas de dónde proviene. 

“Mi amor por el cacao empezó cuando tras muchos años de trabajar con el chocolate de repente me di cuenta de su origen, de todo lo que hay detrás de su elaboración y que normalmente se nos escapa. El amor fue definitivo cuando pude viajar y conocer las plantaciones y a los agricultores, que son la realidad más humana de este fruto”.

Semillas. Son astringentes, amargas, estimulantes; vestidas de blanco y hasta el morado.

Así que hizo las maletas y se dispuso a buscar en América las mejores zonas productoras de cacao del mundo para poder incluirlos en Casa Cacao, inició un viaje que lo llevó a explorar el Amazonas, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia y México: “Fue un recorrido que me marcó, ahora cada que pienso en el cacao me vienen a la mente los productores, las comunidades indígenas y en cómo dando el valor que merece, este ingrediente puede mejorar vidas y también el planeta”.

Y es que la relación que tienen las comunidades con el cacao es íntima, sagrada, va mucho más allá del dulzor de un plato, “recuerdo que cuando llegué a la comunidad Awajun en busca de cacao, en el Amazonas, me recibieron con un cuenco de masato, me lo ofreció la mujer más anciana de la aldea. Nadie puede rechazarlo, ya que la mujer lleva horas masticando yuca y escupiéndola en ese cuenco, para luego fermentarla, ésta se convierte en una deliciosa bebida alcohólica. La anécdota es que disfruté mucho del masato, después de beberlo me enteré cómo se elabora; mi primera reacción fue sorpresa y rechazo, pero al cabo de un rato comprendí que era una ceremonia realmente íntima que se realiza sólo para miembros de la familia y que me honraban con esa bebida. Fue un privilegio para mí”. 

Creaciones de Casa Cacao.

Del proyecto Casa Cacao también se ha desprendido un documental: El sentido del cacao: En busca del gusto perdido en el que plasman cómo a través de platillos hechos a base de chocolate un grupo de personas, que han sufrido la pérdida del gusto y del olfato, lograron volver a sentir el sabor a chocolate trayendo a sus mentes recuerdos y lugares, “empaticé mucho con los participantes porque yo tengo distonia, una enfermedad que me dejó afónico de forma permanente, no imagino la vida sin poder oler ni saborear, para mí eso es lo más esencial".

WHISKY CON SABOR A CACAO
The Macallan Harmony Collection Rich Cacao es una gran expresión que une el mundo del whisky con el mundo del chocolate. Trabajando en colaboración con Jordi Roca y con el chocolatero Damian Allsop, la whisky maker de The Macallan, Polly Logan se embarcó en un viaje de descubrimiento, “para esta expresión, busqué una nota específica de chocolate en las tradicionales barricas de roble europeo exjerez y la combinamos con una nota de vainilla para endulzar la nota de chocolate ligeramente amarga que habíamos encontrado. Este exquisito single malt ofrece una deliciosa experiencia de maridaje de whisky y chocolate”. 

Una de las grandes satisfacciones de Jordi al hacer realidad este whisky fue, “ver cómo se convertía en realidad este proyecto, poder probar el líquido inspirado en nuestro trabajo, en Casa Cacao y que fuera un momento maravilloso”.

The Macallan Harmony
Collection Rich Cacao.