Cerveza

Historia de la cerveza en México: ¿Por qué nos gusta tanto esta bebida?

La primera semana de julio es la fecha tentativa para que el abasto de cerveza regrese a la normalidad en todo el país; mientras, conoce la historia de esta deliciosa bebida en México
viernes, 12 de junio de 2020 · 04:08

¿Cuánta carga social y cultural puede contener una botella de cerveza de 355 ml en México? De entrada, para ser exactos, 478 años de historia, la huella inherente de una conquista, sincretismo y mestizaje.  

La cerveza fue un parteaguas en nuestro país, una bebida de identidad que, hoy por hoy, encanta a 58 por ciento de los mexicanos (INEGI), y que puso en jaque a la mitad del país, cuando en medio de una pandemia, ese símbolo se desvaneció ante un panorama de desabasto y el incremento de su precio de hasta 60 por ciento.

¡Que nos quiten todo, menos la chela! 

“Todo indica que la producción se reanudará el 15 de junio, sin embargo, estamos a la espera, ya que nos encontramos ante un futuro incierto de la nueva normalidad, porque si bien se comenzará a producir, el proceso es largo y la escasez permanecerá hasta la última semana de junio o las primeras semanas de julio”, aseguró Esteban Silva, director de Cervecería de Colima.

Herencia trascendente

La cerveza es la bebida preferida del mundo, “ha acompañado al ser humano desde hace 9 mil años. Está ahí para disfrutar de los pequeños placeres de la vida, en una charla o simplemente para relajarnos, y justo esa sensación de tranquilidad y de seguridad es la que vimos o vemos en riesgo, ahora mismo”, explicó Silva. 

¡De aquí soy!

No siempre fuimos hijos de la cebada, sino del maguey. En 1542 la cerveza llegó a México gracias a que uno de los emisarios de Hernán Cortés solicitó al emperador Carlos V un permiso para abrir una cervecería. Se trataba de Alfonso Herrara, quien puso en operación la primera planta cervecera en nuestro país en la Hacienda El Portal, en Amecameca, Estado de México. 

Pero, no fue hasta que México se independizó (1821), que una ola de inmigrantes europeos llegó, y fervientes a su tradición milenaria, prefirieron la cerveza sobre el pulque, que era la bebida alcohólica que más se tomaba en ese entonces. 
En ese momento, la historia comenzó a cambiar. 

De entrada, no era nada popular, era una bebida “de ricos”, pero, aun así, las primeras cerveceras se establecieron en la Ciudad de México. Todas muy cercana a algún río, por la cantidad de agua que se requiere para elaborarla. Una de las primeras se estableció en la calle Revillagigedo, otra se instaló en el Ex Convento de San Agustín, en Isabel la Católica y República de El Salvador y una más en el Hospicio de los Pobres, en Balderas y Juárez. 

La mayoría quebró porque en México no había lúpulo, que es el secreto de la cerveza, y había que importarlo de Europa; y tampoco había cebada, que venía de Estados Unidos, así que no hubo más remedio que en México se comenzara a cultivar. 
De acuerdo con la historiadora María del Carmen Reyna, autora de Historia de la cerveza en México, “la inestabilidad del siglo XIX no hizo posible que se fortalecieran las fábricas de cerveza.  Sin embargo, a mediados de ese siglo empezó a haber una mayor demanda que, poco a poco, fue desplazando al pulque".

Incluso, la cerveza empezó a considerarse medicinal y en muchos estados a los niños se les empezó a dar un traguito para tranquilizarlos. A principios del siglo XX empezaron a surgir las grandes empresas cerveceras, en 1905 nació la cerveza Indio; Modelo con Corona, llegó en 1925 a Río San Joaquín; En 1944, Tecate. Para los 50’s México ya era un país completamente chelero.  

Entonces, el hecho de que se nos arrancara de tajo una bebida con tanto arraigo, y en un momento de tanta incertidumbre por la crisis del COVID-19, provocó caos social. Vimos en varios estados recibir camiones cerveceros entre aplausos, alertas y grupos de Facebook para encontrar las últimas latas, gente formada por horas en depósitos para no quedarse sin nada. 

Las pérdidas 

El impacto también fue económico, ya que, desde el 30 de marzo, fecha en la que la Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación la suspensión de actividades no esenciales, entre ellas la cervecera, todo cambió para los amantes de la cerveza y su industria. 

El paro de producción supuso, en menos de tres meses, la pérdida de ingresos de por al menos 5 mil 678 millones de pesos, de acuerdo con Marco Antonio Mascarúa, presidente de Cerveceros de México. 

“La reactivación podría llegar hasta julio. El proceso de la cerveza lleva tiempo no es como un pan que se hornea y se vende por la tarde, lleva de 21 a 30 días terminarla, además de que la materia prima también es escasa, por lo que, como cerveceros, pedimos que sean pacientes”, compartió Esteban Silva. 

Y es que, según cifras de Cerveceros de México, al año en nuestro país se consumen más de 71 millones de hectolitros de cerveza.

Reyes globales

En 2018, la producción del sector cervecero fue de 120 millones de hectolitros, colocando a México en el cuarto sitio de producción de cerveza en el mundo. Mientras que las exportaciones fueron de 40 millones de hectolitros. Hasta antes de la pandemia, éramos el principal exportador de cerveza del mundo, sin embargo, la crisis por COVID-19, quizá, nos quite la corona. 

Fieles al consumo

Los mexicanos al año consumen más de 71 millones de hectolitros de cerveza.

Empleos en riesgo

Los empleos de 650 mil mexicanos están en peligro por el paro de producción de la industria en el país.

Cerveza mexicana

México es el cuarto país productor de cerveza en el mundo.

Con 40 millones de hectolitros, somos el principal país exportador.

Bien muerta

Tomanos la cerveza fría, casi helada, pero no siempre es lo ideal. 

Lagers: de 2 a 4°C. 

Pilsners y Kölsch: 4–7°C. 

Ipas, Pale Ales, Porters y Stouts: 7–10°C. 

Ales y Bocks: 10–13°C. 

Imperial Stouts y  Doppelbocks: 13–16°C.

Los mitos cerveceros

La mejor forma de beber cerveza es en vaso.

El pilsner se usa para chelas  altamente carbonatadas ya que su diseño ayuda a conservar la espuma por más tiempo.

El vaso weizen, que en alemán significa "trigo”, se utiliza en cervezas que están hechas a base del cereal.Un vaso Tumbler ayuda a que el sabor de las Belgian Ales sea mayor.

 

Por Miriam Lira y Adriana Victoria