El restaurante que te sorprende desde el primer bocado: Garum, el paraíso mediterráneo en CDMX

No hay amor más sincero que el amor a la comida, y en Garum, esta frase de George Shaw, está presente en cada detalle, en cada plato que sale de una cocina impoluta en la que el chef Vicente Torres crea algunos de los platos más exquisitos que se puedan degustar en la Ciudad de México. 

Ubicado en Masaryk 513, Garum es un restaurante que rinde homenaje a las raíces mediterráneas con excelente producto local. Es uno de eso lugares en los que uno se siente realmente apreciado y consentido, haciendo que la delicadeza de cada plato te lleve desde la sorpresa hasta la fascinación.  

El chef Vicente Torres sorprende desde el primer bocado, un crujiente en forma de hoja con parmesano, albahaca, oliva, tomate y limón es el primer reto del menú de degustación, que no hace más que ir en aumento en cuanto a sabores y técnica. 

De humor sarcástico, pero gran humildad, el chef se acerca a cada mesa a explicar sus platillos, revisa uno a uno los procesos en una cocina pequeña, pero que cuenta con todo lo necesario para crear platillos con maestría. Un gran vitral la corona, desde el cual los comensales pueden observar toda la acción del servicio. 

Le sigue una panceta ibérica con yema marinada, garra de león y concha de panceta bañada con una crema de almendra tierna, un plato de temporada que hace querer que el plato fuera más hondo o eterno. Le sigue un ferrero de foie, que más que un platillo, es momento divertido en el que los sabores explotan e invitan a seguir descubriendo el menú.  

La emblemática falsa lasagna de hongos hace presencia en la mesa para recordarnos la gran técnica de Vicente, quien construyó Garum con el fin de tener en México el restaurante de sus sueños.  

Originario de Ibiza, España, Vicente Torres, inició su historia en el mundo de la cocina hace 26 años, cuando estudió en la escuela Joviat Manresa de Barcelona. Mientras estudiaba, tuvo la oportunidad de trabajar con el chef Jacques Maximin en Niza, quien contaba ya con dos estrellas Michelin y, en ese entonces, era el campeón del mundo. Después se fue a París, en donde estuvo en el restaurante San Valero, primer sitio español en Francia con una estrella Michelin.  

El destino lo llevó a Le Pré Catelan de Frédéric Anton, quien tenía dos estrellas Michelin, para posteriormente incursionar en la cocina de Lucas Carton, del chef Alian Senderens.   

Vicente decidió regresar a España después de explorar el extranjero por cuatro años. Fue Martín Berasategui, quien lo contactó para que trabajara bajo su liderazgo. Él aceptó y permaneció a su lado, en el área de pastelería, durante un año y medio. Ya en su país natal, decidió establecerse en la ciudad de Valencia para tomar las riendas del restaurante La Sucursal, sitio en el que después de un año y meses logró una estrella Michelin.   

Luego de tres años recibió una oferta interesante: venir a trabajar a México.  Aceptó. Llegó a tierras mexicanas dispuesto posicionar Oca, restaurante o de cocina española mediterránea, el cual estuvo en servicio cinco años. El destino lo llevó a ser el director culinario global de IMC en Sao Paulo, pero el destino lo hizo regresar a México para abrir el restaurante de sus sueños, Garum.   

En la cocina de Garum se encuentra la esencia de la auténtica cocina mediterránea. La carta es pequeña, pues trabaja con cocina de mercado y todo el tiempo está evolucionando.  

El momento cumbre llega con el Sterling-Silver, tuétano, papa, parmesano, trufa, brioche, foie y hongos, un plato que cuenta con todos los elementos para hacer de éste un plato emblema. 

Dos postres cierran a la perfección el menú, gianduja, chocolate, frutos secos y naranja y una oda al cacao que invitan a volver una y otra vez a Garum. 

Dirección: Masaryk #513.