La Sal: Dos años de enaltecer los sabores de Manzanillo, Colima

Árboles de mangos y una enorme pared decorada con cocos coronan la fachada de La Sal, el restaurante de experiencia del chef Nico Mejía, que este 2022 celebra sus primeros dos años de vida en el puerto de Manzanillo, Colima, de donde es originario y en donde ha decidido echar raíz para enaltecer no sólo la gastronomía del estado, sino cada uno de sus ingredientes emblema, como la sal, el limón, el café, los bonetes, las parotas y la tuba. 

Después de la incertidumbre por los años de pandemia, el local en Artículo 123 #20 se envolvió, el pasado 26 de abril, con una atmósfera festiva en la que no faltó la música surf, cientos de sonrisas y bailes en medio de la calle, para celebrar la cocina honesta, sustentable y respetuosa de La Sal. 

Por supuesto, también recibió en su cocina a algunos de los más reconocidos chefs del país, todo, para celebrar la gastronomía de la costa colimota. 

Así, Chava Orozco y Fer Orona, de Mi Compa Chava, Lupita Vidal, de La Cevichería Tabasco, Poncho Cadena, Gustavo “El Burro”, Miguel Conde (quien no es chef, pero sí célebre conductor de La Ruta del Sabor) y Kieran Kay, quien hizo lo propio en la mixología, se unieron con Nico para ofrecer una comida de cinco tiempos que fue, tal y como lo decía su menú, un cañonazo de sabor. 

Poncho Cadena inició los festejos con un coctel atómico compuesto por ostión, almeja y camarón ahumados con cebollas y salsa dulce de tomate saladas con helado de aguacate y limón.  

Siguió el emblema de los pescados y mariscos de CDMX, Mi Compa Chava que llevó hasta la costa colimota a La cachetona, jaiba fresca, ceviche de la pesca del día y gorro, camarón curtido y cocido, bañada generosamente con soya ahumada, chile serrano y chiltepín.  

Mientras que la chef Lupita Vidal tuvo su propia estación, en plena calle frente al local, para lograr asar unos imponentes pejelagartos que voló desde Tabasco, para presentarlos en un taco asado con salsa de chiltepín y frijoles acompañado por ostiones al tapesco con amashito asado. 

Gustavo, “El Burro”, presentó su plato “Bajado del cerro a tamborazos”, unas carnitas de jabalí con frijoles refritos sobre tortilla de maíces criollos de Tuxpan y guamúchiles, para chuparse literalmente los dedos. 

Y para cerrar con broche de oro, el postre, a cargo de Miguel Conde, quien presentó una jericalla antigua a base de maíz, a la que nombró “Quémame tantito”. 

¡Qué siga La Sal!, y que sea, tal y como dice en una de sus paredes: “referente culinario de la costa colimota, no sólo por la fuerza de sus raíces, profundamente conectadas a la temporalidad de los ingredientes, sino por su esencia costeña abierta y atenta a la constante evolución de los sabores”.