Después de un día largo o lleno de pendientes, a veces lo único que buscamos es un respiro. Además de una siesta o una rutina de meditación para lograr liberarnos del estrés, existen alimentos que podrían ser útiles. A veces, hasta una bebida rica, fría y natural puede marcar una gran diferencia.
Hay alimentos con propiedades relajantes que nos pueden ayudar a reducir el estrés de forma natural. Uno de ellos son los arándanos, esas pequeñas bolitas moradas que, aunque parezcan simples, están cargadas de antioxidantes y nutrientes que pueden favorecer la salud mental y física.
Si estás buscando una forma rica, fácil y natural de darte un descanso, este jugo de arándanos puede ser justo lo que necesitas. No solo es delicioso y refrescante, también ayuda a relajar el cuerpo y calmar la mente. Aquí te contamos cómo prepararlo y los beneficios de que tiene los arándanos.

¿Por qué los arándanos ayudan a relajarte?
Los arándanos están repletos de antioxidantes, especialmente flavonoides, que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo. Estudios han demostrado que su consumo regular puede mejorar la memoria, el estado de ánimo y disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Además, contienen vitamina C, la cual apoya el sistema inmune y también ayuda a combatir los efectos del estrés. Su sabor dulce y ácido al mismo tiempo también da una sensación de frescura que ayuda a despejar la mente. Otra razón para consumirlos es que tienen antocianinas, pigmentos naturales responsables del color azul profundo de los arándanos, que se han relacionado con la mejora del sueño y una mayor sensación de bienestar.

Jugo de arándanos natural para relajarte
Ingredientes:
- 1 taza de arándanos frescos o congelados
- 1 taza de agua fría o agua mineral
- El jugo de 1 limón
- 1 cucharadita de miel o stevia (opcional)
- Hielo al gusto
- Unas hojas de menta o albahaca (opcional)
Preparación:
- Lava bien los arándanos si usas frescos. Si son congelados, déjalos reposar unos minutos para que se ablanden un poco.
- En la licuadora, coloca los arándanos, el agua, el jugo de limón y la miel (si decides usarla).
- Licúa hasta que la mezcla quede uniforme. Si no te gusta la pulpa, puedes colarla.
- Sirve con hielo en un vaso grande. Decora con menta o albahaca para un toque aún más fresco.
- Disfrútalo despacio, idealmente en un lugar tranquilo.