Con la temporada de frío o cambios de temperatura bruscos, las infecciones respiratorias son las primeras en aparecer, uno de los síntomas más comunes es la tos, y lo primero que buscamos es algo que alivie de forma rápida y natural. En esos casos, el té de menta es uno de los remedios caseros más conocidos y recomendados. Su aroma fresco, su sabor suave y sus propiedades relajantes lo han convertido en un clásico en muchas cocinas.
La menta tiene componentes activos como el mentol, que ayudan a descongestionar las vías respiratorias, calmar la garganta y reducir la irritación que provoca la tos seca o con flemas. Por eso, incluir una taza de esta infusión en tu día puede marcar la diferencia cuando estás resfriado.
Pero no se trata solo de hervir agua y echarle menta. Para que de verdad funcione como un apoyo contra la tos, es importante prepararlo bien y tomarlo en los momentos adecuados. Aquí te contamos cómo aprovecharlo al máximo y con qué puedes combinarlo para potenciar sus efectos.

¿Por qué la menta es buena para la tos?
La menta contiene mentol, un compuesto natural con efecto calmante y ligeramente anestésico que ayuda a reducir la sensación de picor en la garganta. Además, relaja los músculos del sistema respiratorio, lo que puede ayudarte a expulsar mejor las flemas y a respirar con más facilidad.
Otro de sus beneficios es que tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, por lo que no solo alivia, también puede ayudar a reducir las causas que provocan la tos. Esto la convierte en una opción ideal cuando la tos se debe a un resfriado común, alergias o garganta irritada.
¿Cómo preparar el té de menta para que funcione?
Aunque puedes encontrarlo en bolsitas comerciales, lo ideal es preparar el té de menta natural con hojas frescas o secas. Así obtienes una infusión más concentrada y con mayores beneficios. Aquí te va una receta sencilla:
Ingredientes:
- 1 taza de agua
- 5 a 7 hojas de menta fresca (o 1 cucharada de menta seca)
- 1 cucharadita de miel natural (opcional)
- Unas gotas de limón (opcional)
Preparación:
- Calienta el agua hasta que empiece a hervir.
- Apaga el fuego y agrega las hojas de menta.
- Cubre y deja reposar de 5 a 10 minutos.
- Cuela, agrega miel y limón si quieres, y tómalo caliente.
Lo ideal es tomar esta infusión de 2 a 3 veces al día mientras tengas tos. Una taza en la mañana, otra en la tarde y otra antes de dormir ayuda a mantener la garganta hidratada, alivia la irritación y favorece un mejor descanso.