En los últimos años, las leches vegetales han ganado una gran popularidad entre aquellas personas que buscan alternativas saludables, libres de lactosa o simplemente más amigables con el medio ambiente. Y dentro de esta gran variedad, la leche de avena destaca por ser una de las más económicas y fáciles de preparar en casa.
Gracias a su sabor suave, a que combina perfectamente en bebidas, postres y otros platillos, y a que no contiene lactosa ni colesterol, la leche de avena se ha posicionado como una de las mejores leches vegetales. Además, aporta una buena cantidad de fibra soluble que puede ayudar a regular el sistema digestivo y es una excelente opción para aquellas personas que padecen intolerancia a la lactosa, alergia a las proteínas de leche de vaca o simplemente quieren opciones más naturales y menos procesadas.
Preparar este tipo de leche en casa es bastante sencillo: puedes controlar mejor los ingredientes y evitar azúcares añadidos o conservadores innecesarios. Lo mejor de todo es que es una bebida muy versátil en la cocina, ya que puedes utilizarla para preparar toda clase de bebidas, agregarla a tu café de la mañana o incluso utilizarla como base para recetas de postres o platillos salados. Aquí la creatividad es el límite.
Leche de avena
- 1 taza de hojuelas de avena
- 4 tazas de agua
Pasos:
- Enjuaga la avena para eliminar el exceso de almidón.
- Licúa la avena con el agua durante 30-45 segundos.
- Cuela la mezcla usando una manta de cielo o un colador fino.
- Repite el colado si es necesario para eliminar todos los residuos.
Aunque no es necesario, puedes endulzar este tipo de leche con un poco de dátiles si buscas opciones naturales, o incluso agregar una pizca de sal para potenciar los sabores de la avena. Una vez que la tengas lista, podrás utilizarla en tus recetas. Solo recuerda que, si calientas este tipo de leche, puede espesar demasiado gracias a los almidones de la avena.
Almacenarla es bastante sencillo: simplemente tienes que guardar la leche de avena en un frasco de vidrio o en una botella, y después llevarla a refrigeración. Este tipo de leche se va a conservar en buen estado de 3 a 5 días, y es normal que se termine separando con el tiempo. Para solucionar este problema, solo tienes que agitarla antes de usar.
