¿Te sientes inflamado, con una sensación constante de pesadez? Esto puede ser una señal de que estás reteniendo líquidos, un problema muy común que suele estar relacionado con el sedentarismo, una dieta alta en sodio o cambios hormonales. Afortunadamente, hay muchos alimentos naturales que pueden ayudarnos a combatir esta molestia de forma efectiva y que se pueden integrar fácilmente en el desayuno, como en este jugo que te mostraremos hoy.
La papaya es uno de estos alimentos y destaca por su alto contenido de agua, fibra y enzimas que te ayudarán a mejorar la digestión. Combinada con otros elementos ligeros y depurativos como el limón o el pepino, se convierte en una poderosa bebida que puedes tomar desde las primeras horas de la mañana para estimular el metabolismo y ayudar a eliminar el exceso de líquidos en el cuerpo.
Lo mejor de todo es que se trata de un jugo que puedes preparar en minutos, es decir, no te llevará nada de tiempo y requiere de muy pocos elementos para estar listo. Aquí te vamos a compartir una receta fácil y deliciosa para prepararlo en casa. No solo se trata de una bebida refrescante, también puede ser un gran aliado para comenzar el día de forma ligera y con mejor digestión.

Jugo de papaya, pepino y limón
- 1 taza de papaya
- 1/2 pepino
- 1 limón
- 1 taza de agua
Pasos:
- Coloca la papaya, el pepino, el jugo de limón y el agua en la licuadora.
- Procesa hasta obtener un jugo uniforme y sin grumos.
- Sirve y disfruta.
Es importante mantener el pepino con cáscara y evitar endulzar la bebida para así obtener las mejores propiedades saludables de nuestra preparación. Si te preocupa el sabor, procura utilizar papaya madura para obtener un nivel de dulzor elevado. También te recomendamos tomar este jugo por la mañana, preferentemente en ayunas, o puedes acompañarlo con una dieta baja en sal y rica en frutas y verduras.
Además del jugo, existen algunos hábitos que pueden ayudar a evitar la retención de líquidos. Estos incluyen beber suficiente agua durante el día, reducir el consumo de alimentos procesados, realizar actividad física como caminar o hacer estiramientos, y cuidar tu consumo de azúcar y sodio. Con estos pequeños cambios, puedes sentirte más ligero y saludable cada día.