Comenzar tu día con una bebida natural cargada de nutrientes y suave puede hacer una gran diferencia si pareces gastritis o acidez estomacal, justo como este licuado de plátano, avena y manzana que te enseñaremos a preparar hoy, que no solo es fácil de elaborar, también es una gran opción reconfortante para ayudar a cuidar tu sistema digestivo desde tu primera comida del día. Así podrás disfrutar de un desayuno delicioso y nutritivo.
El plátano es conocido por la capacidad de neutralizar el exceso de ácido en el estómago gracias a su textura cremosa y su contenido en pectina, que es una fibra soluble que protege las paredes gástricas. Por otro lado, la avena es un alimento altamente digestivo, con propiedades antiinflamatorias y un alto contenido en mucílagos. Esto convierte el cereal en un aliado ideal para calmar el revestimiento del estómago irritado.
Los efectos de estos alimentos resultan fundamentales en tu dieta si es que sueles sufrir de los síntomas de la gastritis de forma continua. Además, también vamos a incluir un poco de manzana, que si se consume sin cáscara suma un efecto calmante al aportar fibra y antioxidantes que favorecen la digestión y reducen la inflamación. Todo este licuado puede ayudarte a regular el tránsito intestinal, evitar el reflujo y, además, te va a proporcionar una sensación de saciedad que te mantendrá satisfecho durante el desayuno sin tener que sobrecargar el estómago.
Licuado de plátano, avena y manzana
- 1 plátano maduro
- 1 manzana roja
- 2 cucharadas de avena
- 1 vaso de agua o leche vegetal
Pasos
- Pela la manzana y corta por la mitad para extraer el corazón.
- Coloca la pulpa de la manzana en la licuadora con el plátano y la avena.
- Agrega el agua y procesa todos los elementos hasta obtener una bebida uniforme.
- Sirve y disfruta.
Para aprovechar al máximo los beneficios de esta bebida, te recomendamos que tomes el licuado como parte de tu desayuno o al terminar tus alimentos matutinos, acompañándolo de otros alimentos suaves como el pan integral, las galletas de avena o similares. Es importante que evites consumirlo junto con alimentos irritantes que pueden interferir con el efecto alcalino de este jugo, como por ejemplo el café o los cítricos.
Además de la manzana, el plátano o la avena, existen también otros elementos que pueden ayudarte a controlar la acidez de forma natural. Por ejemplo, la papaya, el arroz blanco, el pollo cocido sin grasa o las peras ayudan a evitar este molesto síntoma. Recuerda que mantener una dieta basada en alimentos naturales, poco procesados, bajos en grasa y con buen aporte de fibra es clave para evitar molestias digestivas y proteger tu estómago.
