En México existe una gran variedad de bebidas típicas, como el atole, el chilate, el pulque y el tepache, entre muchas otras. Cada una de ellas no solo forma parte esencial de la gastronomía tradicional, sino que también refleja la riqueza cultural de las distintas regiones del país. Elaboradas a partir de ingredientes naturales como maíz, cacao, frutas y miel, estas bebidas tienen orígenes ancestrales y han sido transmitidas de generación en generación, preservando tradiciones milenarias.
Estas bebidas son apreciadas no solo por su sabor único, sino también por su profundo valor simbólico en celebraciones, rituales y festividades. Por ejemplo, el atole es indispensable durante el Día de Muertos y las posadas, mientras que el pulque ha sido considerado una bebida sagrada desde tiempos prehispánicos. El pozol, por su parte, es una refrescante bebida típica del estado de Tabasco, preparada a base de masa de maíz y agua, ideal para combatir el intenso calor de la región.
Actualmente, existen diversas variedades de pozol, siendo las más tradicionales el pozol con cacao, el pozol blanco (sin cacao), el pozol de camote y el pozol agrio. Además, hay quienes disfrutan esta bebida añadiéndole azúcar, horchata o incluso chile para realzar su sabor. Durante la temporada de calor, el pozol no puede prescindir de un vaso de pozol bien frío, con abundante agua o hielo, siguiendo una costumbre que ha sido clave para sobrellevar las altas temperaturas desde tiempos ancestrales. ¿Quieres saber cómo se prepara esta deliciosa bebida? Sigue leyendo.

Cómo preparar pozol de Tabasco
Ingredientes:
- 1/4 kilo de masa de maíz nixtamalizado
- 100 gramos de cacao
- Piloncillo granulado al gusto (opcional)
- Agua potable (suficiente)
- Hielo al gusto
Preparación:
- Tuesta el cacao sobre un comal hasta que la cáscara se obscurezca y comience a desprenderse. Pela el cacao con las manos y resérvalo.
- En un procesador de alimentos (o en un metate, si prefieres un método más tradicional), muele la masa de maíz nixtamalizado junto con las semillas de cacao hasta obtener una pasta uniforme.
- Coloca la pasta en un bowl grande y, poco a poco, agrega agua potable mientras disuelves la mezcla con las manos (este paso debe hacerse manualmente para lograr la textura adecuada).
- Una vez que la mezcla esté bien disuelta, añade hielo al gusto y, si deseas, endulza con piloncillo granulado o miel.
- Sirve y disfruta bien frío.