El jugo de arándanos es una de esas bebidas saludables que, además de refrescar, puede dar beneficios a tu salud. Su sabor es ligeramente ácido, con un toque dulce que lo hace perfecto para tomar por las mañanas o acompañar cualquier comida. No te preocupes, prepararlo en casa es más fácil de lo que crees. Aquí te decimos cómo hacer jugo de arándanos casero.
Muchas personas lo conocen por su efecto para prevenir infecciones urinarias, pero en realidad tiene varios beneficios que vale la pena conocer. El arándano rojo es una fruta rica en antioxidantes, vitamina C y fibra, que ayuda a proteger el cuerpo de varios males comunes, especialmente en temporada de calor. Además, es ideal si buscas algo natural y sin tantos azúcares añadidos como los jugos saborizados.
En esta nota te contamos para qué sirve el jugo de arándanos, cómo puedes incluirlo en tu rutina y, por supuesto, te damos una receta rápida para hacer jugo de arándanos en casa con sólo 4 ingredientes. Dale una oportunidad a esta bebida y cuida tu cuerpo desde el primer sorbo.
¿Para qué sirve el jugo de arándanos?
El jugo de arándano rojo contiene compuestos llamados proantocianidinas, que evitan que ciertas bacterias se adhieran a las paredes del tracto urinario. Pero eso no es todo. También es excelente para mantener la salud del corazón, ya que ayuda a regular la presión arterial y mejora la circulación.
Otro beneficio poco mencionado es su capacidad antioxidante. Esto significa que combate los radicales libres, que son los responsables del envejecimiento prematuro y de varios problemas relacionados con la piel y las defensas bajas. Gracias a su contenido de vitamina C, el jugo de arándano también puede fortalecer el sistema inmune y ayudarte a enfrentar mejor los resfriados y gripes comunes.
Cómo preparar jugo de arándanos casero
Ingredientes:
- 1 taza de arándanos rojos frescos (o congelados)
- 2 tazas de agua
- 1 cucharadita de miel o stevia (opcional)
- El jugo de medio limón (opcional)
Preparación:
- Lava muy bien los arándanos si están frescos. Si son congelados, déjalos descongelar unos minutos.
- Coloca los arándanos y el agua en la licuadora.
- Licúa por al menos un minuto, hasta que todo esté bien mezclado.
- Cuela la mezcla si prefieres una textura más ligera, aunque puedes dejar la pulpa para conservar la fibra.
- Agrega miel o jugo de limón si quieres un toque más dulce o ácido