Las infusiones han sido parte de la cultura gastronómica y medicinal de muchas civilizaciones. Se preparan a partir de diversas plantas, hierbas y semillas, las cuales se infusionan en agua caliente para extraer sus propiedades. Estas bebidas se han asociado con beneficios para la salud, como efectos antiinflamatorios, digestivos y relajantes.
Entre todas las opciones disponibles, una de las más populares es la infusión de lavanda. Esta planta, conocida por su fragancia característica y su color morado, es ampliamente utilizada en la aromaterapia por su capacidad para promover la relajación. Sin embargo, su consumo como infusión también ofrece beneficios notables para el cuerpo y la mente.
Si aún no has probado esta poderosa bebida o quieres conocer más sobre sus propiedades, en Gastrolab te contamos todo lo que necesitas saber sobre la infusión de lavanda: qué beneficios aporta y cómo prepararla en casa para disfrutar al máximo de sus propiedades.

Beneficios de la infusión de lavanda
Según información publicada en Medical News Today, la infusión de lavanda es un remedio natural que ayuda a calmar los nervios y mejorar la calidad del sueño. Su alto contenido de compuestos como el linalol y el acetato de linalilo tiene un efecto relajante en el sistema nervioso, lo que la convierte en una excelente opción para reducir el estrés y la ansiedad.
Además de sus propiedades relajantes, la lavanda tiene efectos digestivos y antiinflamatorios. Beber una taza después de las comidas puede ayudar a aliviar malestares estomacales, hinchazón y espasmos intestinales. También se ha utilizado tradicionalmente para mejorar la digestión y reducir la acidez.
Otro de sus beneficios destacados es su potencial para aliviar dolores de cabeza y migrañas. Gracias a sus propiedades calmantes, la lavanda puede disminuir la tensión y favorecer una sensación de bienestar. Algunas personas incluso la utilizan como complemento en el tratamiento del dolor menstrual, ya que ayuda a relajar los músculos y reducir la inflamación.
Por si fuera poco, esta infusión también se asocia con la salud de la piel. Sus propiedades antioxidantes y antimicrobianas pueden contribuir a combatir el daño causado por los radicales libres, mejorar la cicatrización y reducir problemas como el acné o la irritación cutánea.

¿Cómo preparar infusión de lavanda en casa?
- 1 cucharada de flores de lavanda secas (asegúrate de que sean aptas para consumo)
- 1 taza de agua caliente
- Miel o limón (opcional)
Preparación:
- Hierve el agua y retírala del fuego.
- Añade la lavanda y deja reposar de 5 a 10 minutos para que libere sus propiedades.
- Cuela la infusión para retirar las flores.
- Endulza con miel o añade unas gotas de limón si lo deseas.
- Disfruta caliente o fría, según tu preferencia.