El agua de jengibre es una bebida refrescante y saludable que no solo ayuda a hidratar el cuerpo en los días de calor, sino que también aporta múltiples beneficios gracias a las propiedades de esta raíz comestible que además le brinda un sabor único con un toque especial.
Esta especia de cocina que pertenece a familia de las zingiberáceas, es conocida por sus efectos antiinflamatorios, digestivos y antioxidantes, lo que la convierte en una excelente opción para quienes buscan mejorar su bienestar de forma natural. Así que consumirla en una bebida natural regularmente puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la circulación y aliviar problemas digestivos como la hinchazón o la acidez.
Es una alternativa refrescante a los refrescos o jugos procesados, ya que no contiene azúcares añadidos ni conservantes. Su ligero toque picante y su aroma único la hacen ideal para disfrutar en climas cálidos o después de una comida pesada, ya que ayuda a la digestión y proporciona una sensación de frescura. ¿Quieres preparar una rica agua de jengibre? Sigue esta sencilla receta.
Agua de jengibre | Receta casera
- 1 trozo de jengibre fresco (aproximadamente 5 cm)
- Jugo de 1 limón (opcional)
- Miel o endulzante natural al gusto (opcional)
- 1 litro de agua
- Hielo y hojas de menta para servir (opcional)
Preparación:
Lava y pela el jengibre, luego córtalo en rodajas finas.
Pon el agua en una olla y añade el jengibre. Lleva a ebullición y deja hervir a fuego bajo durante 10 minutos.
Retira del fuego y deja enfriar. Si lo deseas, agrega el jugo de limón y endulza al gusto, pero recuerda que entre menor cantidad de endulzantes, su efecto es más natural y de provecho para el cuerpo.
Cuela la mezcla y refrigera.
Sirve con hielo y menta para un toque más refrescante.
Disfruta de una deliciosa agua de jengibre con la que podrás refrescarte en los días calurosos o simplemente como una alternativa mucho más saludable para acompañar la comida y aprovechar las propiedades de esta especia de cocina.