¡Ya es tiempo de tunas! Y muchas personas estamos seguras de que es una de las mejores frutas que esta temporada puede traernos. La mejor manera de consumirla sin lugar a dudas es cruda, ya sea sola, en postre o en agua, pero por más que sepamos que es deliciosa, sabemos también que hay algo que nos molesta al consumirla: Sus semillas.
Comer tunas sin semillas parecería una tarea prácticamente imposible, pero aunque no lo creas, es bastante posible de lograrlo con un truco que compartiremos contigo. Es fácil de llevar a cabo y eso te permite disfrutar de una pulpa dulce, pero no empalagosa, que caracteriza a este fruto del nopal.
Aunque no se digieren completamente, las semillas de tuna pueden contribuir al contenido de fibra de la dieta, lo que puede ayudar a la digestión y al movimiento intestinal. Consumirlas puede ser seguro para la mayoría de las personas, pero cuando se consumen demasiado, podría causar molestias digestivas, como dolor abdominal o estreñimiento, debido a su dureza y contenido de fibra.
¿Nuestro cuerpo puede digerir las semillas de tuna?
Las semillas de la tuna, también llamadas higos cumbo suelen ser pequeñas y duras, pero aunque son de fácil ingesta, son difíciles de digerir por el sistema digestivo humano, pues la mayorías pasan a través del tracto digestivo sin ser descompuestas ni absorbidas.
Hacer agua de tuna es una actividad bastante común para los mexicanos y para lograr que esta refrescante bebida de verano tenga la menor o nula cantidad de semillas, sólo hace falta colarla, apenas la tengas lista en tu licuadora. Así que ahora que lo sabes todo, puedes ponerte ¡manos a la obra!