Si ya se te terminaron las vacaciones y sigues con sed de la mala, pues estás en el lugar indicado, porque hoy queremos compartir contigo una receta fresca y de temporada para hacer un sabroso mojito de mango, que después de que lo pruebes es bastante probable que se cuele entre tus favoritos.
Originalmente un mojito sabe a limón, menta y/o hierbabuena, que al calor del ron, dejan escapar sabores frescos y cítricos, que se infusionan entre sí y definitivamente le dan toda una experiencia mágica a nuestro paladar seco de tanto sol y nada de lluvia, pero con el mango dentro de la ecuación, todo se vuelve más dulce y frutal.
Actualmente existen un montón de recetas y variantes, donde a la receta original se le pueden agregar frutas y flores para darle un toque completamente diferente, como es este caso con la fruta de temporada, como es el mango, la piña y lo será el durazno. pero hoy nos enfocaremos al primero para que hagas un sabroso coctel.
Breve historia del mojito
Esta leyenda dice que el precursor del mojito se remonta al siglo XVI con el famoso pirata inglés Sir Francis Drake. Se cuenta que Drake preparó una bebida para su tripulación a base de aguardiente de caña sin envejecer (similar al ron), cítricos, azúcar y hierbas, posiblemente como una forma de combatir el escorbuto o como un tónico general.
Mojito, el clásico cubano
Sin embargo, hay otra teoría que dice que el mojito podría haber tenido su origen en Cuba, donde se sabe que es la cuna de este coctel, pues habría surgido a finales del siglo XIX en una comunidad minera y en bares cercanos a las playas, donde se combinaba aguardiente cubano (precursor del ron) con cítricos locales (como lima o limón verde), hierbabuena y azúcar para crear una bebida refrescante.
