Nada como un agua refrescante y casera para mitigar el calor de la tarde, y en esta ocasión te enseñaremos a preparar un clásico de las aguas frescas mexicanas, como si se tratara de esas deliciosas bebidas que puedes encontrar en el puesto del mercado o en la paletería de la esquina. Por supuesto, estamos hablando de la tradicional agua de frutas.
El agua de frutas es una mezcla cremosa que combina el sabor de ingredientes como la fresa, la manzana, el melón, la sandía y el plátano en una sola receta. Esta es la mezcla de frutas que vamos a utilizar en esta ocasión, pero ten en cuenta que puedes agregar tus elementos favoritos a la bebida, incluso incorporando frutos secos como las nueces, las pasas o hasta malvaviscos.
La base de esta agua fresca se compone de leche, leche condensada y leche evaporada, así que no es una muy buena opción si quieres una bebida deslactosada o vegetariana. Sin embargo, puedes transformar la receta fácilmente sustituyendo la leche condensada por azúcar y la leche estándar y la leche evaporada por leche de almendras y leche de avena. Ambas le darán un toque bastante delicioso a la receta y son aptas para consumir si tienes intolerancia a la lactosa o no consumes alimentos de origen animal.
