Una vez que llega el calor, a muchos nos invade la sensación de que nos vamos a derretir en algún momento. Y para las personas que estamos acostumbradas a tomarnos una tacita de té cuando cae la tarde o en la noche antes de dormir, esta etapa puede ser complicada, porque sólo queremos agua, agua y agua.
Sin embargo, lo creas o no, existen opciones alternativas, que quizá no se te habían ocurrido antes, como es el caso del té helado. Por eso es que hoy queremos compartir contigo una receta para que prepares un refrescante y somnífero té helado de sabores, como la manzanilla y lavanda.
Y es que por más increíble que te parezca, la verdad es que un té helado puede quedar prácticamente cualquier sabor, tipo de infusión o té, que una vez que se enfríen, le puedes añadir hielitos y beberlo frío. Por esa razón es que esta receta de hoy es la ganadora y te ayudará a dormir muy bien.
Propiedades relajantes de la manzanilla y lavanda
La manzanilla es una flor que muchos hemos usado para hacer infusión y aliviar los malestares gastrointestinales. Pero más allá de eso, se sabe que la manzanilla tiene efectos sedantes suaves, que la convierten en una opción bastante popular para ayudar a conciliar y mejorar la calidad del sueño.
La lavanda, por su parte, además de tener un aroma embriagantemente delicioso, contiene propiedades relajantes, que al consumirla, nos ayuda a reducir la agitación y promover un sueño más profundo y reparador. Además hay estudios donde se asegura que es ideal para reducir la ansiedad y el estrés.
