Café
Receta para hacer un flat white en temporada de frío
Esta bebida es originaria de Australia y Nueva Zelanda, donde es mucho más comúnComo todas las tardes hasta ahora, siempre se antoja un cafecito y aprovechando que en este mes ya pasó el Día Internacional del Café, pues ¿qué mejor que variarle un poco a la receta que con un tipo de café como lo es un flat white? Esta es una receta mucho más casual, tranquila y deliciosa, que estamos seguras de que te encantará.
El flat white es una bebida de café con leche que se prepara especialmente con dos dosis de espresso y una pequeña cantidad de leche vaporizada con microespuma. La leche se cuece al vapor de una temperaturas de 60°C a 70°C. Se caracteriza por tener un sabor fuerte, textura suave y aterciopelada.
Esta bebida es originaria de Australia y Nueva Zelanda, donde es mucho más común. En otros lugares del mundo, se suele confundir con un latte, pero sí tiene diversas diferencias, como la concentración de café y el tamaño. El primero es un poco más suave que este, pero esa es otra historia.
¿Cómo se sirve un flat white?
La bebida se suele servir en una taza de cerámica pequeña como de unos 150-160 ml. Se usa microespuma de leche en la parte superior, mientras que el recipiente de vaporización se desecha o se retiene en el recipiente, mientras que la leche cremosa se queda en la parte de abajo del recipiente, lo cual le da algo de suavidad.
Podríamos decir que el capuchino es el más parecido al flat white. Lo que cambia es el tipo de espuma, que en el primero es mucho más gruesa que en la segunda. El café con leche que se sirve en España es muy parecido al flat white, pero se utiliza leche escaldada y en el flat white, la leche se calienta a 60-70°C.
Receta para hacer un flat white
Ingredientes
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1 o 2 shots de espresso
- Leche entera (también se puede usar leche vegetal, pero la leche entera es ideal por su contenido de grasa, que ayuda a crear una textura suave)
Preparación
- Utiliza una máquina de espresso para hacer 1 o 2 shots. Es importante que el café esté recién molido para obtener el mejor sabor.
- Vierte la cantidad deseada de leche en la jarra para vaporizar (unos 150-200 ml es suficiente).
- Usa la varilla de vapor de una máquina de espresso para calentar la leche. La clave es obtener una microespuma suave y sedosa, sin demasiadas burbujas. La leche debe alcanzar unos 60-65°C y tener una consistencia cremosa.
- La leche debe estar lo suficientemente espesa como para integrarse bien con el espresso, pero no tan espumosa como la que se usa en un cappuccino.
- Una vez que el espresso está listo y la leche espumada, vierte la leche de manera lenta y controlada sobre el espresso, asegurándote de que la microespuma se mezcle bien con el café.
- Al final, puedes intentar verter con un movimiento circular para crear un diseño con la espuma (como un corazón o una hoja).