Las mañanas siguen amaneciendo frías y aunque ya haya pasado la temporada navideña, la verdad es que si hay algo que se queda durante más meses pues es justamente el clima. Por eso es que en días como hoy, conviene compartir contigo una receta para mantenernos calientes, o sea, la de un atole.
Y como estamos en plena cuesta de enero, donde ya para estas alturas nuestros bolsillos están rotos y sangrados después de todos los gastos, pues compartiremos contigo una receta económica para hacer un rico atole de leche, así sin ninguna fruta y con ingredientes que seguro tienes en casa y a los que les puedes sacar provecho.
El atole es una bebida mexicana de origen prehispánico, con textura un poco viscosa. Puede ser de muchos sabores, como galleta, mazapán, guayaba, piña y casi cualquier fruta. Sin embargo, existen recetas como el de leche, que pueden servir de base para otros sabores, pero que en sí mismos tienen su propia esencia y también son deliciosos.
¿Cómo hacer el atole?
Aunque el atole solía prepararse sólo con agua y masa de maíz en la época prehispánica, hay que decir que con la llegada de los españoles muchas recetas se modificaron, como fue el caso de esta bebida, que es un atole al estilo español, es decir con leche, pero también lleva otros ingredientes que le dan el sabor, como la canela o vainilla.
Origen de la palabra atole
La palabra atole viene del náhuatl atolli y significa agua viscosa. Solía hacerse con maíz y endulzarse con piloncillo, azúcar o miel, pero hoy en día tiene tantas versiones, que te sorprenderías cuando conozcas todos sus sabores. Pero además de todo, hay que señalar que es una bebida rica en carbohidratos y proteínas, lo que la convierte en una gran opción para ser el desayuno de algún día frío como este.