"Uno de los objetivos esenciales de l'Académie du Vin es la difusión del vino mexicano. Queremos que como parte de nuestras actividades en el país esté el acercamiento de los consumidores a las propuestas de las bodegas de distintas regiones de México, que la gente se acerque no solo a las etiquetas más comerciales, sino que también haya la oportunidad de apreciar y conocer con más detalle la propuesta de regiones emergentes como Chihuahua, Coahuila o San Luis Potosí", dice Luis María Haces, representante en México de la prestigiada escuela establecida en París precisamente hace 50 años, en 1973, por el legendario británico Steven Spurrier.
L'Académie du Vin cobró fama y prestigio por ser la primera institución privada que generó catas y cursos en torno al vino francés para ingleses y estadounidenses radicados en la capital francesa.
El acontecimiento que proyectó a L'Académie a la fama mundial fue precisamente el hecho de organizar catas a ciegas entre vinos franceses y californianos en 1976, en lo que se conoció como “El Juicio de Paris” y que cambió las perspectivas de la industria vinícola, al premiar como mejores vinos a los producidos en California.
En 2017 Marc Nadeau, amigo y socio de Spurrier, quien falleció en 2021, retomó las bases de l'Académie para desarrollar un concepto didáctico similar en Toronto, Canadá, donde actualmente reside y donde los cursos de esta institución ya son parte del inventario formativo para los amantes del vino en esta metrópoli de la provincia de Ontario.
"Tenemos una academia también en Japón, pero se trata más bien de una franquicia, ya que su esquema de trabajo es muy diferente. En Toronto tenemos el concepto original con el cual iniciamos. En realidad el término 'academia' resulta algo contradictorio porque somos todo menos una escuela en términos normativos", dice Marc Nadeau.
"Nuestras actividades hacen énfasis en la gente que buscar apreciar y conocer más de la cultura del vino, pero no en términos profesionales especializados, como en el caso de los sommeliers. Se trata de conocer de uvas, estilos, regiones, pero sin perder de vista el aspecto lúdico, que es la principal motivación de los sibaritas del vino", explica Marc.
Subraya que en muchas ocasiones podemos reunirnos con amigos para descorchar algunas botellas para comentar, intercambiar puntos de vista y, sobre todo, disfrutar de la ocasión. El concepto esencial de l'Académie du Vin es básicamente el mismo, pero con mayor estructura, en sesiones dirigidas por expertos y con la oportunidad de gozar de etiquetas que tal vez no obtendríamos tan fácilmente en grandes superficies o incluso en tiendas boutique, como algunas añadas históricas, por ejemplo.
"El goce es el fundamento de l'Académie du Vin, pero queremos que la gente tenga todos los elementos para que esos placeres sean más vastos y profundos. Insistimos mucho en el hecho de apreciar los vinos locales, y por ello es que en Canadá abrimos diversas sesiones enfocadas en descubrir y disfrutar las propuestas de zonas productoras como Ontario y British Columbia", explica Marc.
Precisa que si bien l'Académie du Vin prevé la realización de algunos eventos especiales con invitados de otros países, la idea es que los cursos que se realicen en México sean desarrollados por especialistas nacionales, especialmente, por supuesto, en los que se refiere al tema de los vinos mexicanos.
"No se trata de traer gente de fuera para desarrollar y compartir experiencias que muy bien pueden realizar los mexicanos. Uno de los factores que nos ha impulsado a incursionar en el ámbito mexicano ha sido la cultura creciente en torno al vino que se está desarrollando, pero también el alto nivel de conocedores y expertos que hay en todos los segmentos", resalta Marc.
Otra de las áreas en las que l'Académie du Vin anima a un crecimiento en la cultura del vino en México es el tema de los libros, dice Luis María Haces.
"Una de las cosas que hemos venido haciendo es ir reforzando la presencia del sólido catálogo con el que l'Académie du Vin cuenta en temas especializados. El desarrollo de las distintas actividades nos dará también la oportunidad para que los interesados conozcan más sobre el inventario que tenemos, con obras de figuras como Andrew Jefford, Hugh Johnson u Oz Clarke, entre otros, que resultan imprescindibles en las bibliotecas de los apasionados del vino", dice Luis María Haces.