Té de orégano con limón, estos son sus beneficios y la mejor forma de prepararlo

Las infusiones se han convertido en bebidas sumamente populares entre las personas, no solo porque hay una extensa variedad de combinaciones que pueden convertirse en favoritas, también por los grandes beneficios que pueden tener en la salud y una de esas combinaciones ha sido la popular de té de orégano con limón. Desde hace un tiempo, está bebida se ha destacado por ser un remedio casero ideal para diversas afecciones.

Si bien, el orégano es una especia muy popular dentro de la gastronomía, por el toque que le da a diversos platillos, es también una realidad que se ha convertido en una gran opción como infusión. Por sus altas propiedades medicinales puede ser ideal para ayudar al sistema digestivo, aliviar gripe común y dolores de garganta, esto último por su potente desinflamatorio. Al ser alto en antioxidantes también será efectivo para limpiar y expulsar esta enfermedad.

Por su parte el limón es uno de los cítricos más populares, principalmente porque es una excelente fuente de vitamina C y flavonoides, los cuales son antioxidantes que ayudarán a combatir las radicales libres que pueden dañar las células del cuerpo y que puede ayudar con absorción de hierro. Incluso se ha destacado por es una opción fantástica dentro de la dieta, porque puede ayudar a eliminar esas toxinas innecesarias.

Ahora bien, juntos vas a tener una combinación extraordinaria, porque ayudará a reducir la tos, los problemas digestivos, combatirá bacterias y serán un potente antiinflamatorio, ideal para cualquier momento en que lo deseas, incluso ahora que también estás buscando bajar esa hinchazón que dejaron las fiestas.

Té de orégano con limón

Ingredientes

• 1 tza de agua
• 1 cda de orégano molido
• Jugo de 2 limones
• 1 cda de miel (para endulzar, opcional)

Preparación

1. Poner el agua al fuego y dejar hasta que alcance el hervor.
2. Retiramos agregamos el orégano y el limón.
3. Dejamos reposar por 15 minutos.
4. Colamos y bebemos,

Dato: Puedes consumirlo en el tiempo que quieras, pero siempre te recomendamos hacerlo no mayor a los 15 días y consultar a tu médico en caso de ver efectos adversos o cambios importantes en tu salud. También evita consumirlo en lactancia o embarazo.