Receta para hacer un té de manzanilla frío, ¡delicioso y refrescante!

La bebida más consumida del mundo después del agua es el té, pero recordemos que sólo lo que proviene de la planta Camellia sinensis, especie botánica originaria de China, puede considerarse té. 

De la Camellia sinensis se desprenden seis categorías, de las que, eso sí, hay miles de variedades: negro, blanco, verde (más de 22 mil tipos), oolong, pu erh o té rojo y amarillo, es por ello que la manzanilla no puede considerarse té, sin embargo, popularmente se identifica a esta bebida como “té”, cuando en realidad es una infusión.  

La clave para hacer una infusión perfecta está en utilizar agua muy caliente, pero, ojo que no haya llegado al punto de ebullición y sólo se debe dejar reposar máximo 4 minutos, para que el sabor no se amargue.   
 
“TÉ” DE MANZANILLA FRÍO 
INGREDIENTES 
2 cucharadas de flores secas de manzanilla. 
Miel para endulzar. 
250 ml de agua 
Hielo. 
 
PROCEDIMIENTO 
Mezcla el agua con las flores de manzanilla en una jarra de cristal. 
Cubre bien la jarra y déjala reposar o infusionar en tu nevera entre ocho y 12 horas.  
Una vez pasado el tiempo, colar las flores de la infusión.  
Añadir los hielos y endulzar con miel, al gusto.