Refrescos

¿Por qué es tan adictivo el refresco de cola?; aquí te explicamos todo

Este gran consumo de azúcar no sólo es un golpe energético, también activa los mismos centros de recompensa en el cerebro
jueves, 2 de junio de 2022 · 13:23

El refresco de cola es una de las bebidas que más nos prohíben en el médico e irónicamente lo que sostiene a muchos de quienes hacen guardias larguísimas como los médicos, vigilantes, periodistas de guardia nocturna y un largo etcétera. Algunos lo empezaron tomando de vez en cuándo, por gusto y les encantó tanto la sensación, que hoy es su día a día y una necesidad. Y aunque ya no contenga cocaína, como antes, algunos juran que genera una adicción.

De acuerdo con un artículo publicado por The Ohio State University, Wexner medical center, el refresco de cola es adictivo por muchas razones. Y aunque para algunos, no son los ingredientes los que causan la adicción, sino el hábito de estilo de vida que los lleva a la nevera, se ha revelado que en los refrescos regulares, el azúcar provoca la liberación de dopamina en el cerebro, estimulando los centros de placer y hay estudios que comprueban que el azúcar genera adicción

Como el refresco de cola está hecho generalmente de cafeína y azúcar es el combo perfecto para que te encante la sensación energizante que provoca en tu cuerpo y si la tomas con mucha frecuencia, quiere decir que ya te empezó a generar problemas de adicción, es decir un desorden médico o fisiológico caracterizado por el uso continuado de una sustancia a pesar de que le afecta negativamente.

¿Qué tiene el refresco de cola que lo hace tan adictivo?

Aunque la adicción al refresco de cola no tiene una definición oficial y actualmente no hay suficiente evidencia que sugiera que es un verdadero trastorno, sí la podemos entender como beber cantidades excesivas de refrescos sin poder dejar de hacerlo o moderar su consumo. Esto podría deberse a que al beberla, estamos consumiendo 39 gramos de azúcar, es decir: lo equivalente a las 10 cucharaditas de azúcar en un té, que es mucho más de lo que deberíamos de consumir en un día.

Este gran consumo de azúcar no sólo es un golpe energético, también activa los mismos centros de recompensa en el cerebro que las drogas, obtienes la dopamina como recompensa. Luego el efecto de la oleada de este neurotransmisor, la sustancia desaparece casi tan rápido como llegó, dejando a tu cerebro con ganas de más, de acuerdo con la opinión experta de especialistas en neurociencia de la Universidad de Ohio.

Algunos de los síntomas más comunes, están relacionados con el funcionamiento de su cerebro y sistema nervioso. Por ejemplo, puedes experimentar: antojos fuertes, una sed que sólo se puede saciar con refresco de cola, preocupación mental por beber refrescos y la incapacidad de moderar el consumo de refrescos (Sí, esos vasitos que te sirves como no queriendo después de sólo ir por uno).