Jugo de apio, receta para prepararlo en tu casa y aprovechar todos sus beneficios

Aunque pocas veces hacemos caso del apio, es un vegetal que aporta muchos nutrientes, pues además de fibra soluble e insoluble, es rico en vitaminas C, del complejo B, K, ácido fólico, y minerales como magnesio, potasio, calcio, sodio y hierro, además de ser fuente de polifenoles, taninos y flavonoides, antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres, previniendo las enfermedades y fortaleciendo al sistema inmunológico.

Tomar jugo de apio tiene varios beneficios, pues por un lado cuenta con propiedades depurativas y laxantes que ayudan a mejorar el funcionamiento de los riñones, purificar la sangre, renovar las articulaciones y el tejido conjuntivo, controlar la presión arterial alta y proteger la piel. En tanto, su aporte de fibra mejora el tránsito intestinal, evita el estreñimiento y la hinchazón abdominal, por lo que también es un excelente complemento en dietas de adelgazamiento.

Pero quizá, uno de los beneficios más puntuales e importantes del jugo de apio es que contribuye a regular el pH del estómago, lo que mejora la microbiota, ayuda reducir la acidez y la secreción gástrica; contribuye a evitar la formación de úlceras estomacales, protege la salud cardiovascular y combate la la inflamación crónica. A continuación te decimos cómo hacer un jugo de apio puro en casa y cómo se aconseja tomarlo.

Jugo de apio

Ingredientes:

• 1/2 ramo de apio
• 1 vaso de agua, opcional

Procedimiento:

1. Si tu apio no es orgánico, lávalo muy bien, si no sólo puedes enjuagar la tierra. Pasa las ramas de apio por el extractor de jugos hasta obtener un vaso de jugo.

2. Si no tienes extractor, corta el apio en trozos y sírvelos en la licuadora, puedes incluir sus hojas (le dará un sabor un poquito más amargo). Añade el agua y muele hasta obtener un jugo homogéneo.

3. Si lo prefieres, puedes colar el jugo de apio para obtener el mínimo de fibra insoluble. Tómalo en cuanto esté listo para evitar su oxidación y pérdida de nutrientes.

Se aconseja tomar 500 mililitros de jugo de apio en ayunas de forma regular y después de una o dos semanas, comenzar a intercalar con otros jugos.

No obstante, es importante contar siempre con la opinión de un especialista de la salud, pues cada caso es distinto. Evita consumirlo si sufres de problemas renales o pregunta a tu médico de qué manera podrías consumirlo. También es fundamental llevar un estilo de vida saludable, comer balanceado y hacer ejercicio regular para ver resultados.