Aprende a preparar esta rica leche de avena casera con esta receta fácil y rápida

No hay mejor cereal que la avena y a las pruebas nos remitimos. Lo cierto es que incorporarla en la dieta definitivamente le haría muy bien a nuestro organismo, ya que es un cereal que tiene un montón de nutrientes a los que les podemos sacar provecho, porque es uno de los más completos. Además es sumamente económica y fácil de preparar o utilizar, ya que se adapta con gran versatilidad a diferentes recetas. 

La avena es un cereal rico en proteínas de alto valor biológico, grasas y un gran número de vitaminas y minerales. Es el cereal con mayor proporción de grasa vegetal, un 54 % de grasas no saturadas y un 46 % de ácido linoleico. Contiene carbohidratos de fácil absorción, además de calcio, zinc, cobre, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio; vitaminas B1, B2, B3, B6 y E y una buena cantidad de fibra, que tanto ayuda a nuestra digestión. 

Entre los beneficios que le puede aportar a tu cuerpo la avena, están: reducir esos niveles de colesterol, gracias a los betaglucanos que contiene con ácidos omega 3 linoleicos (grasa de buena calidad) hacen que suba el colesterol bueno. Incluso, contiene un tipo de polifenoles llamados avenantramidas, que son casi exclusivos de este alimento, que pueden ayudar a evitar la oxidación del colesterol. 

¿Qué beneficios tiene la avena?

Este cereal también es sumamente rico en antioxidantes, que son los que combaten la oxidación celular, pero también ayudan a regular la presión arterial y poseen un efecto antiinflamatorio. Además, debido a los carbohidratos de lenta absorción, la avena es capaz de generarte mucha energía, por lo que es una buena idea beberla por la mañana para que tengas una buena jornada y te sientas con toda la actitud.

Hay muchas maneras de consumirla, pero hoy nosotros hemos decidido compartir contigo nada más y nada menos que una receta para que prepares tu propia leche de avena, que es la alternativa láctea vegetal más cremosa y similar a los lácteos, que complementará a la perfección como sustituto de la leche de vaca. 

No es tan difícil de preparar y no posee nada de lactosa. Sin embargo, esta bebida tiene una vida útil corta sólo dos días. Pero puedes usarla en todas tus bebidas, como licuados, avena y café, así como para cocinar y hornear. Tiene sabores cremosos y neutros, que combina con todo y suele ser más líquida, pero no saca mucha espuma. Así que ¡manos a la obra!

Ingredientes

• 1 taza de copos de avena (100 g)
• 3–4 tazas de agua (750 ml-1 litro)
• 1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
• 1–2 cucharadas de sirope de arce ó 1-2 dátiles Medjool sin hueso (opcional)
• Una pizca de sal (opcional)

¿Cómo se prepara?

1. Deja los copos de avena en un recipiente con agua durante al menos 30 minutos. 
2. Cuela la avena y lávala con agua.
3. Échala en una batidora o robot de cocina junto con el resto de ingredientes y 1 litro de agua limpia. Bate durante unos 2 minutos. Déjala reposar durante 1 hora o un poco más. 
4. Cuela la leche de avena con una bolsa para leches vegetales, gasa, tela o con un colador muy fino para separar el líquido de los restos de copos de avena.
5. Vuelve a colar 2 o 3 veces más para eliminar los restos por completo (no es imprescindible colar la leche más de una vez, pero queda mejor así).
6. Guárdala en un recipiente hermético en la nevera un máximo de 5 días.
7. ¡Provecho!