Gran Premio de México: ¿Por qué los pilotos de la F1 celebran con champaña?

Este fin de semana se vivirá en la Ciudad de México uno de los eventos más intensos y veloces de la ciudad, pues se llevará a cabo el Gran Premio de México de la Fórmula 1 en el Autódromo Hermanos Rodríguez, así que muy pronto podremos ver quién será el habilidoso piloto que subirá al podio para bañarse en vino espumoso tras la victoria, pero ¿alguna vez te has preguntado por qué suelen hacer esto en el mundo de las carreras? 

La tradición de abrir una botella de champagne o vino espumoso tras ganar una carrera y bañarse en ella tiene varios años de historia y hasta el 2021 la champaña era la bebida entregada a los pilotos para este simbólico momento, sin embargo, ahora se suele utilizar vino espumoso y aunque son bebidas muy similares tienen una gran diferencia entre si: la denominación de origen. 

¿Qué bebida utilizan en la Formula 1?

El vino espumoso es una bebida fermentada qué se produce con una enorme variedad de uvas mientras en distintos lugares del mundo, que la champaña es una bebida con denominación de origen que solo se puede fabricar dentro de ciertas demarcaciones en Francia, originalmente era esta bebida francesa la que se utilizaba para agitar vigorosamente y después bañarse en ella tras una victoria, pero desde el 2021 la Fórmula 1 presentó su propio vino espumoso especial para está actividad. 

Hace unos años la Fórmula 1 reveló su alianza con importante casa de vinos para lanzar su propio vino espumoso, mismo que se le entrega a los pilotos en el podio para realizar el tradicional baño de la victoria, dándole un toque aún más exclusivo a este momento. Incluso puedes conseguir el vino espumoso utilizado por la Fórmula 1 en distintas distribuidoras a lo largo del mundo y ahora que el Gran Premio se celebra en México, también puedes conseguir este vino en la ciudad a partir de los $619 pesos en algunas tiendas de vinos. 

¿Cuándo y cómo nació está tradición? 

El primer registro del baño de champagne data de 1966, pues fue el piloto suizo Jo Sifferet quién lo realizó tras ganar Las 24 Hours of Le Mans, de acuerdo a la historia el competidor destapó una botella que estuvo mucho tiempo ante los rayos del sol empapándose en el acto, está instantánea rápidamente se convirtió en un símbolo de victoria y para el siguiente año Dan Gurney lo repitió creando así lo que sería una larga tradición.