bebidas calientes
Quítate el frío de lluvia con un delicioso atole de calabaza
El sabor puede que te parezca exótico, pero la verdad la experiencia de tomarlo es inigualable
Si te sientes como si estuvieras viviendo en Londres por un momento, déjanos decirte que es absolutamente normal, dado el clima que todos hemos estado experimentando. Lluvias constantes, así como si habitáramos el Valle de México (Badum, tss). Bueno, pero fuera de broma, lo cierto es que el ambiente así como está, nos ha hecho huir a nuestros hogares a guarecernos de la tormenta.
Por tanto, es bastante lógico que se nos antoje algo calentito y que nos apapache el paladar después de días tan tempestuosos. Pero no somos los únicos que están pasando por días difíciles y aderezados con un poco de lluvia. Nuestros antepasados también lo vivieron , muy probablemente con más intensidad y quizá por eso inventaron una de las bebidas más legendarias de México: El atole.
La palabra atole viene del náhuatl atolli, que significa ‘aguado’, atl, que significa agua y tol, que era un diminutivo un tanto despectivo usado en tiempos prehispánicos para nombrar a una de las bebidas más antiguas y emblemáticas de México, que es el atole, una bebidas consumida en diferentes partes de Mesoamérica y que en su forma original era una cocción dulce de maíz en agua.
Todos los sabores
Tales ingredientes producían una moderada viscosidad que se sirve lo más caliente posible y además sirve como base para otra bebida llamada chilate. Sin embargo, a pesar de que hoy en día se trate de un trago popular, en aquellos días también lo llegaban a tomar los tlatoanis, pues solía condimentarse con cacao, vainilla, canela, piloncillo, azúcar o miel.
Años después se agregaron las especias de anís, azahar, hojas de naranjo y otros saborizantes para variarle y aumentar su aceptación e insertarse en los gustos de los demás. Por eso, actualmente se pueden encontrar sabores como: Fresa, vainilla, chocolate, guayaba, piña, zarzamora, ciruela, mango, coco, canela, nuez y hasta queso, lo que permite que lo disfrutemos todavía más que en su sabor original a maíz.
Y haciendo alarde de esto, la verdad es que nos complace decirte que hoy compartiremos contigo la receta de un exquisito atole de calabaza. Sí, el sabor puede que te parezca exótico, pero la verdad la experiencia de tomarlo es inigualable, pues es exquisito y exótico. El sabor se parece un poco al dulce de calabaza, lo cual ya lo hace de por sí magnífico, pero la buena noticia es que tiene su toque específico y para que te quites la curiosidad aquí te dejamos la receta, ¡Toma nota!
Ingredientes
- 1/2 Calabaza mediana
- 4 Tazas de agua (cantidades separadas)
- 1 Piloncillo
- 2 Rajas de canela
- 6 Clavos de olor
- ½ Taza de harina de maíz
- 2 Tazas de leche entera
- 1 Cucharada vainilla
- ½ Nuez moscada
¿Cómo se prepara?
- Limpia la media calabaza retirando todas las semillas. Corta en trozos grandes.
- En una olla grande agrega la calabaza, canela, piloncillo, clavos de olor y cubre con tres tazas de agua (reservamos el resto). Cuando empiece a hervir, baja el fuego y tapa, deja por unos diez minutos o hasta que la calabaza se suavice.
- Cuando la calabaza esté suave, retira del fuego y coloca la calabaza en un plato.
- Deja el agua en la que hirvió en la misma olla porque la ocuparás más adelante.
- Con una cuchara retira la cáscara de la calabaza y coloca la pulpa de calabaza en la licuadora, agrega leche, nuez moscada, vainilla y licúa. Separa.
- Aparte, mezcla la harina de maíz con la taza de agua fría restante, hasta que se desbaraten los grumos y separamos.
- Calienta de nuevo el agua de canela y piloncillo, incorpora la mezcla de la licuadora.
